Los juguetes sexuales no se han inventado hoy. De hecho, parece que ha existido desde que el mundo es mundo. Se cree que tribus alemanas utilizaban dildos de piedra varios siglos antes del nacimiento de Cristo y se ha documentado y constatado en diversas excavaciones la existencia de falos hechos de marfil y hueso durante la dominación romana de Europa. Si no estaban a disposición de la plebe, sí que no faltaban en los dormitorios de los patricios romanos.

En nuestro artículo “Historia del dildo y el vibrador” repasamos algunos de los hitos más importantes de la historia de estos dos juguetes eróticos y hacíamos especial mención al doctor Joseph Mortimer Granville, que pasa por ser a los ojos de la Humanidad como el creador de esa maravillosa creación que es el vibrador. Si Mortimer lo creó o no para curar la “histeria”, una enfermedad que se consideraba femenina y que, según Mortimer, podía aliviarse masturbando a la paciente, importa poco. Lo que importa es que desde su creación han sido muchas las mujeres (y, por qué negarlo, también los hombres) que han disfrutado y gozado con las prestaciones de este insustituible juguete erótico que no ha cesado de evolucionar a lo largo de los años.

La evolución de estos juguetes eróticos ha ido ligada directa e históricamente al progresivo crecimiento de una industria que año tras año y década tras década no ha hecho sino ir ganando eso que se da en llamar “músculo empresarial”. En la actualidad existen grandes industrias del juguete erótico que durante años han competido entre sí para ir ganando cuota de mercado. Dichas empresas han estado controladas históricamente por hombres. Eran ellos los que, paradójicamente, se encargaban de diseñar los productos eróticos (entre ellos dildos y vibradores) que, después, estaban destinados al uso femenino.

Este dominio histórico del factor masculino en el diseño y producción de juguetes eróticos para la mujer se ha resquebrajado durante los últimos años. O, al menos, ha perdido parte de su carácter monolítico. El progresivo empoderamiento de la mujer ha conseguido que diversas pioneras salten al ruedo del diseño y fabricación de juguetes eróticos para dejar su huella eminentemente femenina. En cierto modo, todas esas mujeres que se han encargado de dar un nuevo impulso y un nuevo sello a la fabricación de dildos y vibradores, no hacen sino rendir una especie de homenaje a Beate Uhse, la mujer que, tal y como explicábamos en el artículo que dedicamos a su vida, fue la primera mujer en abrir un sexshop y en lanzar al mercado un folleto/catálogo de productos sexuales destinados a la venta por correo.

A dichas pioneras en el diseño y fabricación de dildos y vibradores ha dedicado un artículo en el diario El Mundo el periodista Aitor Hernández-Morales y nosotros queremos aprovechar la ocasión para, aprovechando la información aparecida en dicho artículo, rendir homenaje a estas mujeres que, libres de prejuicios, se han aventurado y han triunfado en un mundo que parecía destinado a los hombres y en el que ellas han ido abriendo nuevos caminos.

Hernández-Morales recoge en su artículo el testimonio de Polly Rodríguez, norteamericana de 32 años que actualmente es CEO de la empresa Unbound, empresa de juguetes eróticos especializada en la producción de vibradores y de joyas destinadas al placer sexual. A Rodríguez le diagnosticaron un cáncer colorrectal cuando tenía 21 años. Los efectos secundarios del tratamiento de radiación empleado para curarla fueron demoledores para su vida sexual. Rodríguez padeció menopausia precoz y ella se vio obligada a modificar su forma de practicar y vivir el sexo. Fue entonces cuando una enfermera le aconsejó comprar un vibrador y fue entonces, también, cuando Polly Rodríguez tuvo que enfrentarse a la traumática y decepcionante experiencia de dirigirse a un sexshop en busca de ese vibrador que debía servirla para redescubrir su sexualidad. El sitio era turbio y los productos eran aún peores. Palabras así, pronunciadas por Polly Rodríguez, son las que recoge Hernández-Morales en su artículo. Rodríguez llega a decir que los materiales empleados en la fabricación de estos juguetes eran “sospechosos y poco adecuados para mujeres”.
La experiencia recogida en el mencionado artículo fue la que hizo que Polly Rodríguez diera un paso al frente y se decidiera a fundar su propia empresa de juguetes eróticos. Los vibradores creados por Polly Rodríguez dejaron de ser irremediablemente fálicos y adquirieron formas más redondeadas. Sus colores alegres y su diseño ergonómico los convirtieron, rápidamente, en objetos muy valorados por muchas mujeres.

La clave del éxito de los vibradores creados por Unbound es que han sido diseñados por mujeres que saben que, en el 70 u 80% de los casos, la mujer alcanza el orgasmo gracias a la estimulación clitoriana. Los dildos con forma fálica y llamados tradicionalmente “consoladores” no eran aptos (o no eran la mejor opción) a la hora de estimular esa parte tan especial y tan sensible de la anatomía femenina que es el clítoris.

En el artículo del diario El Mundo se resalta también el papel innovador de la sexóloga y máster en psicología clínica por la Universidad de Columbia Alex Fine. Fine, contando con la colaboración de la ingeniera Janet Lieberman, ha creado Dame Products, una empresa que fabrica en su mayor parte juguetes eróticos “hechos con y para personas con vulva” y que factura más de cinco millones de ventas al año.

Fine, al igual que Polly Rodríguez y otras diseñadoras y productoras de juguetes eróticos, consideran que la aparición de esta nueva generación de juguetes eróticos fabricados por mujeres ayuda, al igual que lo hace el movimiento #MeToo, a “reafirmar el poder y la independencia de las mujeres”.

El camino por recorrer es, sin duda, largo. Lo demuestra el hecho de que, por ejemplo, y tal y como recalca Alex Fine en el mencionado artículo del diario El Mundo, “Facebook e Instagram permiten anuncios de productos como Viagra, pero prohíben cualquier tipo de publicidad de productos que faciliten el placer femenino”.

En SexshopDreams hemos reunido un excelente catálogo de productos de ese tipo, dildos y vibradores de primera calidad y de las mejores marcas destinados a enriquecer la vida sexual de una mujer a la que deseamos siempre dueña de su sexualidad y su placer.