Que no sea lo más recomendable no quiere decir que no se haga ni que no se haya hecho, de una forma u otra, a lo largo de la Historia. Drogas y sexo han ido desde siempre de la mano. No podemos negar que hay quien ha encontrado en las drogas una inestimable ayuda para dotar a sus relaciones sexuales de una nueva intensidad, personas que han encontrado en determinadas sustancias psicotrópicas el empujoncito necesario para disfrutar más intensamente de sus relaciones, pero no queremos olvidar tampoco que hay más de una persona que se ha dejado la vida en el intento de agitar en la coctelera de su experiencia las alteraciones mentales, físicas y sensitivas producidas por el uso de determinadas drogas con el subidón de adrenalina y de otras hormonas que caracteriza la práctica sexual y que se deriva de ella. No hace falta dar nombres. Hombres mayores que han querido dar la talla junto a jovencitas amantes de pago (o no) dejaron en su día su último aliento sobre una cama tras haber ingerido o esnifado algunas sustancias médicas o, directamente, ilegales.

La constatación de estos accidentes derivados de combinar drogas y sexo no ha servido (ni servirá) para evitar que drogas y sexo sigan buscándose mutuamente. El hombre quiere gozar y quiere incrementar en la medida de lo posible la intensidad de ese placer. Por eso busca estimulantes y por eso también, en determinadas circunstancias, algunas personas echan mano de la cocaína, del cannabis, del éxtasis o de las anfetaminas para buscar una nueva forma de experimentar el placer sexual.

Una de las últimas experiencias conocidas de combinar drogas y sexo se llama Foria. Ése es el nombre del primer lubricante personal elaborado con marihuana y diseñado, según palabras de su creador, para que la mujer alcance un “placer eufórico natural”.

El creador de este lubricante de marihuana es Mathew Gerson, un decidido defensor del uso medicinal del cannabis. Fundador de la marca de preservativos Sir Richard’s Condoms, Gerson viajó por todos los Estados Unidos para promocionar sus preservativos “veganos”, elaborados con productos absolutamente naturales y, según publicita, sin intervención alguna de elementos químicos en su fabricación. Esos viajes a lo largo y ancho de los Estados Unidos permitió a Mathew Gerson constatar hasta qué punto muchas mujeres expresaban su interés por buscar un mayor placer y un mayor bienestar en sus relaciones sexuales y lamentaban la falta de medicamentos que sirvieran para mejorar una vida sexual que muchas de ellas calificaban como insatisfactoria. Fue al constatar ese hecho cuando el cerebro de Gerson se puso a discurrir y cuando una lucecita se encendió dentro de él: ¿y si se utilizara el cannabis, útil para tantas cosas, para crear un producto que sirviera para mejorar la vida sexual de las mujeres?

Ésa fue la pregunta que se hizo Gerson y ésa es la pregunta que ha posibilitado el nacimiento de Foria. Presentado en un pequeño frasco de 360 miligramos y que sirve para 30 usos, este lubricante íntimo está elaborado con aceite de cannabis medicinal y aceite de coco. La función de éste es dar fragancia al gel lubricante y, al mismo tiempo, evitar infecciones provocadas por hongos.

Gerson asegura que este lubricante de marihuana es 100% natural y no posee aditivos, químicos, gluten y azúcares. Además, Foria es comestible y vegano y su bajo pH ayuda a cuidar de la piel.

¿Qué efecto tiene este lubricante de marihuana sobre la mujer? Según Gerson depende de las características personales de cada mujer. Del mismo modo que dos personas no reaccionan del mismo modo tras ingerir droga, tampoco dos mujeres tienen por qué reaccionar igual tras utilizar el lubricante de cannabis.

Experimentado con un grupo de más de 100 voluntarias, el lubricante de marihuana de Gerson actúa sobre la vagina de la mujer como un relajante. Al relajarse la vagina, sostiene Gerson, la mujer disfruta más de la experiencia sexual. Hay mujeres que lo han probado y que afirman que, habiendo probado el lubricante de cannabis, han experimentado orgasmos más intensos y prolongados. Gerson afirma que la sensación de placer provocada por el uso del lubricante se deriva de la producción de pequeños y sucesivos orgasmos que acaban produciendo uno más intenso y grande. Al fin y al cabo, sostiene Gerson, dichos efectos no deberían sorprendernos. Después de todo, el cannabis se ha utilizado históricamente como afrodisíaco.

De momento, sólo los pacientes de marihuana medicinal de California podrán acceder a la posibilidad de comprar y, por tanto, utilizar, el lubricante de marihuana. Hasta que el producto no llegue a nuestras latitudes y podamos aprovecharnos de sus virtudes, deberemos echar mano de los lubricantes que hasta ahora hemos venido utilizando y que tan buenos resultados nos han dado.

Si tienes alguna duda sobre qué tipo de lubricante íntimo debes utilizar para mejorar tus relaciones sexuales y dotarlas de una mayor suavidad, lee el post que dedicamos en este blog a los lubricantes. Una vez sepas el lubricante que mejor se adapta a tus gustos y necesidades, búscalo en el amplio catálogo de lubricantes que SexshopDreams pone a tu disposición.