A la electricidad no hay que temerla. Hay que respetarla y, sobre todo, saber utilizarla para alcanzar nuestros fines. Este consejo hay que tenerlo siempre presente cuando se habla de electroestimulación erótica. Realizada de manera inadecuada, la electroestimulación erótica puede ser una práctica peligrosa. Realizada de manera correcta, una fantástica fuente de placer.
¿Qué es inadecuado? Inadecuado es, por ejemplo, intentar preparar un aparato casero para que cumpla las funciones de electroestimulador erótico. Hay fantásticos aparatos en el mercado que ofrecen todas las garantías de funcionamiento y que están especialmente diseñados para cumplir esa función que nosotros le pedimos. La mayor parte de ellos ofrecen la posibilidad de regular la tensión, la intensidad o la frecuencia. Esas serán algunas de las variables que podrán ser reguladas en los electroestimuladores eróticos y que incidirán directamente en el tipo de descarga recibido y, con ello, en las sensaciones experimentadas. Si la tensión (medida en voltios) hace referencia al volumen de electricidad que pasa por un punto en un momento dado, la intensidad (medida en amperios) lo hace a la fuerza con la que pasa la electridad. La frecuencia (hertzs) se referiría al ritmo cíclico con el que llegan las oleadas de electricidad. Como hemos dicho, haciendo variar estos aspectos haremos variar los efectos de la electroestimulación.
El electroestimulador erótico funciona siguiendo los mismos parámetros que los TENS (Transcutaneons Electrical Nerve Stimulation). Como estos famosos aparatos utilizados en el control del dolor, el electroestimulador erótico combina las dosis precisas de intensidad, voltaje y frecuencia para transmitir una determinada información al cerebro para que éste transforme dicha información en una serie de órdenes o, principalmente, sensaciones. Pensados para estimular zonas erógenas, los electroestimuladores eróticos comercializados en el mercado acostumbran a ir acompañados de una serie de accesorios destinados a permitir el contacto tanto con los genitales masculinos como con los femeninos. Parches, anillos para el pene, consoladores, sondas o fundas para pene serían algunos de esos instrumentos destinados al contacto.
Para utilizar convenientemente los electroestimuladores eróticos se aconseja experimentar con las diferentes variables ofrecidas por los mismos y, sobre todo, probarlo con uno mismo antes de probarlo en otras personas. Otro consejo importante a tener en cuenta es el de no intentar, bajo ningún concepto, modificar el electroestimulador erótico persiguiendo una hipotética mejora del mismo. Las empresas fabricantes y comercializadoras de los electroestimuladores elaboran todos estos instrumentos pensando no sólo en tu placer, sino también en tu seguridad. Realizar cualquier modificación sobre estos productos puede poner en riesgo tu salud.
Para preservar ésta también es aconsejable, lógicamente, mantener en buenas condiciones el aparato y tener los contactos limpios y esterilizados. El uso de un gel conductor de base acuosa es otro de los requisitos de uso de un electroestimulador eléctrico.
Todos los productos de estas características vienen acompañados de sus propias instrucciones de uso. Síguelas al pie de la regla. Será la mejor manera de evitar complicaciones y problemas y, por supuesto, de poder disfrutar de una sensación eróticamente única.
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