Lo hemos dicho muchas veces: el erotismo es algo personal e intransferible. Por eso las únicas barreras que existen en él son las que nuestra imaginación quiera ponerles. Por eso hay personas que asocian el placer sexual a la imagen de unos zapatos de alto y fino tacón colocados en el pie de una mujer no necesariamente desnuda. Por eso hay hombres que piden a sus mujeres que se disfracen de enfermera, azafata, secretaria o monja. Porque el fetichismo tiene muchas caras y ninguna de ellas es más auténtica que las otras.

Hay amantes de lo sucio y amantes de lo lujoso. Hay a quien le pone una camiseta sudada sobre un cuerpo. Para esta persona, ni siquiera es necesario que ese cuerpo sea el de aquel tranvía llamado deseo y apodado Marlon Brando. Lo que esta persona necesita para excitarse es sólo un poco de suciedad, sudor salvaje, naturalidad sin recato ni barreras.

Otra persona, por el contrario, puede exigir para excitarse una dosis más o menos elevada de glamour y unos toques de lujo más o menos intensos. A estas personas no les bastará con tener un dildo con el que entretenerse y jugar solas o en compañía. Estas personas, para sentirse verdaderamente excitadas y a gusto, exigirán que ese dildo aparezca adornado con algún tipo de diamante.

¿Un capricho? Quizás. ¿Pero quién es quién para criticar los caprichos de los demás? Todos tenemos los nuestros. Vale que unos son más caros que otros, ¿pero quién ha dicho que una persona no pueda gastarse su dinero en aquello que más le plazca? ¿Y si lo que más le place a esa persona son los juguetes eróticos de lujo? ¿Los encontrará?

La respuesta es sí. Hay juguetes eróticos de lujo especialmente diseñados para satisfacer las fantasías sexuales de aquellas personas que sueñen con poseer una muñeca hiperrealista o un consolador bañado en oro.

De las muñecas hiperrealistas ya os hemos hablado en alguna ocasión. Sólo recalcar que hay empresas norteamericanas que las realizan bajo pedido, dándoles a éstas las características físicas que el cliente solicita: los pechos de una determinada forma y tamaño, los ojos y el cabello de un determinado color… El precio de una de estas maravillas casi humanas dotadas de vibración en vagina, boca y ano y con un tacto que hace olvidar el tacto de la piel humana puede rondar los 20.000 euros.

Por su parte, la existencia del consolador bañado en oro hay que agradecérsela, entre a otros, a la casa Lelo, sin duda una de las más glamourosas e innovadoras marcas especializadas en el diseño y fabricación de todo tipo de juguetes eróticos. Oro de 24 quilates es lo que baña el Lelo Inez. 12.000 euros es el precio de esta maravilla del erotismo de lujo con cinco potencias de estimulación y una vibración ultra-silenciosa. Quien desee este mismo dildo en su versión Silver puede encontrarlo por la mitad de precio. Uno y otro forman parte de una magnífica colección, la Insignia & Luxe, de la que también forma parte el masajeador de clítoris YVA o el plug anal EARL. Todos ellos son juguetes eróticos realizados con acero inoxidable y recubiertos con oro que permiten experimentar con el contraste de temperaturas. Sentir la frescura del material en las carnes ardientes de deseo debe ser, sin duda, una maravillosa sensación.

También puede serlo, para muchas personas, el saber que lo que se siente en el cuerpo es un trozo de oro puro. La mujer que experimente esa sensación puede sentirse un poco como Victoria Beckham. Se dice que su marido, David, le regaló un consolador valorado en casi un millón y medio de euros. ¿Qué tenía ese consolador para costar tanto? Una buena carga de diamantes. Sin duda, un buen juguete erótico de lujo.

Un juguete sexual de lujo mítico es el Royal Pearl, un vibrador diseñado por el joyero australiano Colin Burn en colaboración con su socio Nicole Gallus y que estaba cubierto por perlas, diamantes y por nada más y nada menos que unos 1.000 zafiros. ¿Su precio? Un millón de dólares. Sin duda, una buena opción para los amantes de los juguetes eróticos de lujo.

Otra buena opción para todos aquellos amantes de los sex toy de luxe es un dildo de oro de 18 quilates que encierra en su interior un anillo de pedida. Su precio, superior a los 45.000 euros. Sin duda, todo un gesto de caballerosidad gastarse ese dinero para pedir la mano a una mujer.

Seguramente muchos de estos juguetes están fuera del alcance de nuestros bolsillos. Pero no hace falta recurrir a un catálogo de juguetes eróticos de lujo para encontrar un sex toy elegante, glamouroso y, al mismo tiempo, muy eficaz a la hora de proporcionar placer. Si quieres encontrar un juguete elegante y muy placentero sólo tienes que bucear en el catálogo de juguetes de Sexshop Dreams.