No hace demasiado dedicábamos en este blog un post al sexo seco. Al editar aquel post sobre dicha práctica sexual decidimos calificarla sin ambages como “una forma estúpida de practicar sexo”. En esta ocasión vamos a hablar de una práctica sexual que no sólo puede ser calificada de estúpida, sino también de tremendamente arriesgada. Su nombre es el “juego del muelle” y ha sido motivo de atención de diversos medios de comunicación españoles durante las últimas semanas. ¿Por qué? Porque al parecer hay grupos de adolescentes españoles que empiezan a practicarlo.

¿En qué consiste el juego del muelle? ¿Por qué resulta tan arriesgada esta práctica sexual? El juego del muelle (también llamado ruleta sexual) consiste en que varios chicos se sientan, desnudos (al menos) de cintura para abajo, en varias sillas. Un número igual de chicas (también desnudas, al menos, de cintura para abajo) se colocan junto a ellos. El juego se inicia cuando cada chica coge a un chico, se sienta sobre él y fuerza la penetración. Las parejas, así, empiezan a copular. ¿Durante cuánto tiempo? Exactamente durante treinta segundos. Cuando esos treinta segundos pasan, las chicas cambian de pareja y fuerzan la penetración con otro de los chicos. ¿Cuándo termina el juego? Justo cuando uno de los chicos eyacula. Ése es el perdedor. Si se quiere nombrar un ganador sólo hay que seguir jugando para que, conforme vayan eyaculando, se vayan eliminando más jugadores. Cuando sólo quede uno sin eyacular, ése será nombrado ganador de este disparatado y peligroso juego sexual que es el juego del muelle.

Se dice que este juego ha llegado importado desde algunas barriadas de Medellín. La combinación de este juego erótico con el abuso en el consumo de bebidas alcohólicas y, en ocasiones, drogas, ha hecho verdaderos estragos en un país, Colombia, en los que sólo en el año 2013 se produjeron 6.967 embarazos no deseados entre chicas de entre 10 y 19 años. Las cifras en España, lógicamente, no son tan alarmantes como las que nos llegan desde el país latino; pero sí deben ser tomadas en consideración. Las autoridades médicas de Madrid, por ejemplo, hablan de un mínimo de cuatro chicas embarazadas durante el pasado año a consecuencia de practicar el juego del muelle.

Fuentes del personal sanitario de la Comunidad de Madrid hablan también de cómo han aumentado los casos de enfermedades de transmisión sexual entre los adolescentes. En un artículo dedicado a la práctica del juego del muelle por el diario El Mundo se recoge la interesante opinión de Pilar Lafuente, ginecóloga del Hospital La Paz. Pilar Lafuente señala en el mencionado artículo cómo, en dicho centro hospitalario, se ha pasado de atender dos o tres casos al año de adolescentes infectados de alguna ETS a atender diez menores en un trimestre.

¿Por qué se juega a la ruleta sexual?

La combinación de inconsciencia e inmadurez, aliada con la carencia de una buena educación sexual, es, según la opinión de Ana Lombardía, psicóloga y sexóloga, la causante fundamental de que ciertos jóvenes puedan practicar esta arriesgada ruleta sexual.

Competición entre machos, intento de demostrar que se está sexualmente liberada, ganas de ser mayores antes de tiempo, necesidad de aceptación social… factores como éstos intervienen en las motivaciones que puede tener un o una adolescente para jugar al juego del muelle. ¿Las consecuencias? Pueden ser múltiples (y casi ninguna positiva) tanto para las chicas como para los chicos. Éstos pueden tener, a la larga, problemas de erección y de control de la eyaculación. Ellas, por su parte, pueden llegar a desarrollar algún grado de vaginismo. El practicar sexo sin que exista excitación ( y en el juego del muelle, por sus propias características, no existe esa estimulación previa necesaria para que exista lubricación) provoca que, en mayor o menor grado, la vagina se contraiga. Dicha contracción vaginal puede hacer que, en el momento de la penetración, se produzcan desgarros y heridas de mayor o menor consideración.

Más allá de estos peligros y del siempre presente riesgo de que se produzca un embarazo no deseado, al practicar el juego del muelle existe la posibilidad de que pueda transmitirse una ETS. Gonorrea, sífilis, virus del papiloma humano o VIH son algunas de las enfermedades que encuentran en la práctica del juego del muelle un ambiente excepcional para propagarse.

En este blog ya hemos dedicado algún que otro artículo a las enfermedades de transmisión sexual. Hemos dedicado un artículo en especial a cómo identificar las ETS más comunes, a la creación de un prototipo de preservativo detector de ETS y en ambos hemos destacado el papel fundamental desempeñado por el humilde condón a la hora de impedir la transmisión de enfermedades de transmisión sexual. El uso del preservativo no es un capricho. El uso del preservativo es, siempre, una garantía de seguridad sexual. El condón debe usarse en las relaciones esporádicas, cuando se comparten juguetes eróticos, cuando se participa en juegos eróticos en grupo, cuando se tiene una vida sexual promiscua o la tiene nuestra pareja… En todas esas situaciones, y en algunas más, el uso del condón se hace imperativo.

En el caso del juego del muelle, sin embargo, no bastaría con el uso de un preservativo por cada chico que participara en este juego erótico para garantizar el no contagio de alguna enfermedad de transmisión sexual. El uso de un solo preservativo por chico sólo serviría para proteger a ese chico en particular de la transmisión de alguna ETS. Las chicas seguirían expuestas al contagio de las mismas ya que la vagina de cada una de ellas entraría, al practicar la ruleta sexual, en contacto con los flujos y secreciones dejadas por las vaginas de las demás. Para evitar esta situación sería necesario que en cada cambio de pareja se produjera un cambio de preservativo. Algo improbable, sin duda, cuando se habla de unas relaciones sexuales entre jóvenes carentes de la más mínima educación sexual y que, directamente, defienden la práctica sexual “a pelo” (también al practicar este descabellado juego del muelle) argumentando que el uso del condón resta sensibilidad al contacto erótico y, por tanto, placer.

Queremos aprovechar este rincón para defender cualquier tipo de iniciativa que, desde las Administraciones públicas, sirva para impulsar políticas de educación sexual que doten a nuestros adolescentes de los conocimientos necesarios para iniciarse de una manera consciente, sana y responsable en la vida sexual. También queremos aprovechar esta pequeña ventana para alertar a toda aquella persona que, a pesar de todas las advertencias realizadas, desee practicar este tipo de juegos sexuales en grupo de la peligrosidad de los mismos. También queremos recalcar, una vez más, lo imprescindible que resulta el uso del preservativo en según qué tipo de prácticas sexuales.

Desde aquí intentamos poner nuestro granito de arena y, para que nadie tenga excusa a la hora de practicar sexo en grupo de no tener a mano una buena provisión de preservativos, ofrecemos la posibilidad de comprar de una manera sencilla, segura, discreta y económica cualquiera de los múltiples tipos de preservativos que figuran en el catálogo de condones de SexshopDreams.