Dentro de los diferentes tipos de vibradores que existen en el mercado, quizás uno de los que más aceptación tenga entre las mujeres sea el vibrador rampante. El vibrador de conejito o rabbit aparece siempre publicitado como una garantía de placer. El hecho de que este tipo de vibrador actúe sobre el clítoris al mismo tiempo que sobre la vagina hace que sea así.

Para utilizar de manera adecuada este tipo de vibrador hay que experimentar con las diferentes velocidades que cada modelo de vibrador rampante ofrece. Lo más habitual es que las orejas del conejito y el eje del vibrador funcionen de manera autónoma. Conocer el funcionamiento de cada una de las partes del vibrador de conejito es fundamental para poder aprovechar todas sus prestaciones. La experimentación debe permitir finalmente seleccionar las velocidades del vibrador sin mirarlo.

El tipo de vibración elegida dependerá, finalmente, de cada persona. A algunas mujeres les gusta una velocidad rápida e intensa. A otras, por el contrario, les gusta que la velocidad del vibrador sea lenta. Dicha vibración, combinada con una presión suave sobre el clítoris, permite a la mujer alcanzar un orgasmo lento y largo. Lo más habitual, sin embargo, acostumbra a ser iniciar la masturbación con una vibración lenta para ir incrementando su velocidad de manera progresiva.

Para conocer qué vibración es la adecuada nada mejor que lubricar el clítoris y estimularlo con el vibrador sin introducir su eje en la vagina. La punta del mismo debe servir para ir estimulando poco a poco tanto el clítoris como los labios vaginales. Un masaje con la presión justa creará las condiciones necesarias para que el vibrador rampante no sólo sea bien recibido, sino que sea anhelado.

Una vez se conozca cuál es la vibración preferida para estimular el clítoris y la excitación sexual ya se haya incrementado, ya podrá introducirse el eje del vibrador de conejito en la vagina. Una vez introducido el eje, las orejas deben actuar sobre el clítoris. Para que esto sea así es importante disponer de un modelo de vibrador rampante que permita la flexión de las orejas para que éstas cumplan con su función. Experimentar con las distintas combinaciones posibles entre la vibración de las orejitas del rabbit y la del eje puede convertirse en un divertido y placentero juego.

Los vibradores rampantes pueden incorporar diferentes patrones de vibración. Los hay que empujan arriba y abajo. Los hay que tienen perlas internas que van rotando alternativamente en un sentido o en otro. Los hay que se iluminan y también los hay rotatorios. Este tipo de vibrador rampante permite alcanzar con mayor facilidad el llamado “orgasmo mixto”, es decir, aquel orgasmo que es fruto de la estimulación al unísono del punto G y el clítoris.

Un consejo a tener en cuenta al utilizar el vibrador rampante es el de sujetarlo firmemente durante su utilización. No es cuestión de que gire él solo. Sujetar firmemente el vibrador permite, también, experimentar con el ángulo de penetración. Esta experimentación es muy importante para conocer la propia anatomía y la forma particular de responder a la estimulación. Cada persona es un mundo y hay zonas de la vagina más sensibles que otras. Intentar descubrirlas puede ser un juego muy estimulante y gozoso.

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