El pecho es, sin duda, una de las partes más sensuales y eróticas del cuerpo de la mujer. Más allá de los gustos personales de cada uno respecto a la forma más admirada o al tamaño deseado al pensar en el pecho ideal, no hay hombre que no se sienta atraído por el seno femenino ni mujer que no se preocupe por la apariencia de sus mamas. Respecto a todo lo relativo a la apariencia de ellas (y dejando de lado su forma, tamaño o mayor o menor flacidez, aspectos que pueden variar a lo largo de la vida) hay dos elementos que, sin duda, juega un papel fundamental: el pezón y la areola.

Cuando se habla de la teta se suele hablar de la excitabilidad del pezón, de cómo éste reacciona a las caricias y estimulaciones y en cómo puede entenderse el pezón como indicador del grado de excitación femenina. De la areola, por el contrario, no suele hablarse tanto. Y la areola es, sin duda, fundamental a la hora de dar una mejor o peor apariencia al pecho. Dependiendo de la posición, del diámetro, del color y del contorno de las areolas y de la simetría que guarden entre ellas, así será la apariencia más o menos bella del pecho.

Claro u oscura, lisa o con relieve, de diámetro grande o pequeño… Las combinaciones pueden ser muchas y cada una de ellas dará un resultado estético diferente. Cada hombre y cada mujer tienen su propia predilección a la hora de elegir un modelo de pecho, areola y pezón. Todos ellos, sin embargo, coincidirán en aceptar algo innegable: que areola y pezón sirven para remarcar los pechos de la mujer y su vertiente más evidentemente sexual.

La aceptación de la innegable función de atracción sexual que cumplen areola y pezón hacen que sean muchas las mujeres que buscan los métodos más diversos de reforzar ese atractivo. Unas echan mano a la pintura corporal. Otras utilizan los pintalabios para dar al pezón y a la areola el color deseado. Utilizar el granate oscuro o el rojo intenso puede ser, en las mujeres de piel blanca, una buena manera de hacer más atractivos areola y pezón. En el caso de que la piel de la mujer sea más oscura, el tono elegido para pintar el pezón debe ser el rosa suave. La ventaja del pintalabios sobre la pintura corporal es que puede utilizarse con mayor facilidad y es, en principio, mucho más respetuoso con la mayor sensibilidad de esta zona de la piel.

Los piercings y clamps o pinzas para pezones son, también, otros de los instrumentos que, de un modo u otro, están llamados a realzar la belleza y el atractivo de los pezones y a potenciar su protagonismo sexual.

Esta misma función, potenciar la apariencia sexual de los pezones y areolas, cumplen los cubre pezones. Con formas y colores variados, los cubre pezones adhesivos son una de las opciones más eróticamente sugerentes que pueden utilizar las mujeres para, en momentos puntuales y especiales, realzar la sensualidad de sus pechos. Nacidos en la década de los veinte con el burlesque, el cabaret, el music-hall y otras formas de entretenimiento similares, los cubre pezones son hoy en día un elemento muy habitual tanto en los espectáculos de striptease como en la industria del entretenimiento para adultos. Incorporar el toque de picardía propio de dichos espectáculos a la imagen que lucir ante la pareja puede ser una buena manera de introducir nuevos elementos de pasión en el seno de la misma.

La variedad de cubre pezones que pueden encontrarse en el mercado es inmensa. Marcas como Bijoux Indiscrets o la colección Fetish de Pipedream presentan colecciones enteras de cubre pezones originales y muy sensuales en los que las plumas, las lentejuelas o los lazos se mezclan con cubre pezones con formas de corazón, rayo, estrella o cruz y con un sinfín de diseños de bisutería adhesiva en la que las perlas, pegadas alrededor del pezón, sirven para realzar la función erótica del mismo. Las bases de silicona autoadhesiva hace que estos cubre pezones sean de muy fácil colocación y una buena opción para al pecho femenino un aire más sensual.

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