Para muchas personas la expresión “amor libre” está unida indisolublemente al movimiento hippie y a los diferentes movimientos contraculturales que, en la década de los sesenta del siglo pasado, propusieron avanzar hacia un vínculo sexual entre las personas que fuera más allá de los lazos establecidos por la monogamia y el matrimonio. Sin embargo, y si queremos ser respetuosos con la historia, no fueron los chicos y chicas de los vestidos floreados, de las blusas y las faldas holgadas y de los chalecos y los pantalones de campana quienes inventaron el concepto de free love. Muchas feministas ya habían abanderado el amor libre como camino para librarse del yugo masculino y no eran pocas las corrientes revolucionarias que incluían el free love como punto programático de su ideología y como herramienta para ayudar a realizar el cambio social que dichas corrientes ideológicas preconizaban y anhelaban. No obstante, fueron precisamente los hippies quienes popularizaran el concepto de amor libre a nivel mundial durante esa década prodigiosa a la que dicho concepto ha quedado asociado por siempre.

Y es que, ciertamente, los sesenta fueron años de revolución a muchos niveles, también sexual. Al inicio de la década se legalizaba en EEUU el uso de la píldora anticonceptiva, en revistas como Cosmopolitan se empezaba a hablar de sexo, los hippies proponían hacer el amor y no la guerra y los Beatles marchaban a la India a aprender filosofía oriental del gurú Maharishi convirtiéndose en el símbolo de algo que se estaba produciendo: la llegada a Occidente de las más diversas filosofías orientales. Estas filosofías o modos de entender la vida prestaban una atención especial a la sexualidad y al modo de practicar las relaciones sexuales. El sexo se liberaba de los férreos y tradicionales correajes de la procreación y se así convertía en una actividad lúdica que, como todo juego, tenía sus propias normas y su propio modo de ser jugado.

Muchas de esas reglas estaban recogidas en un libro mítico y con cuatro siglos de historia a sus espaldas, el Kama Sutra. El Kama Sutra era un manual hindú de sexología, un tratado sobre el amor y una recopilación de posturas eróticas. Escrita por un tal Vatsyayana, el Kama Sutra era, también, el libro que había de servir para dar nombre a una de las más importantes marcas de cosmética erótica de los últimos cincuenta años: Kamasutra.

Kamasutra Cosmetics nació en Estados Unidos en 1969, al final de la prodigiosa década, para ayudar a que ese amor libre y esa sexualidad liberada que había impregnado el ambiente pudieran realizarse y practicarse en las mejores condiciones y con un toque especial de sensualidad. Los cosméticos Kamasutra debían cumplir los objetivos que las diferentes pócimas y aceites recogidos en el mismo Kama Sutra, es decir, intensificar la pasión de los amantes, aumentar la sensualidad de la caricia y favorecer el erotismo de los cuerpos.

Los objetivos principales de los cosméticos Kamasutra debían ser, al decir de sus creadores, facilitar el bienestar del cuerpo y del espíritu y aumentar la conciencia sensual de los amantes. Para ello, y partiendo de la centenaria inspiración del Kama Sutra, Kamasutra Cosmetics buscó la manera de realizar las formulaciones más modernas hasta llegar convertirse en una marca de cosmética erótica de referencia. En la actualidad, los productos de cosmética erótica de Kamasutra Cosmetics se venden en más de cincuenta países.

El catálogo de cosméticos Kamasutra incluye aceites de masaje con múltiples sabores (frutas tropicales, mango, almendra, canela, crema de vainilla, menta, frambuesa, granada…), lubricantes, velas de masaje, cremas de afeitado, estimulantes sexuales, brillos de labios para sexo oral, geles intensificadores para proporcionar sensaciones de calor o frío, polvos corporales de miel… Éstos añaden dulzor y sabor a la exploración sensual y, al modo de un talco, absorben la humedad de la piel convirtiéndola en una especie de tejido de seda que estuviera esperando el tacto del amante para dejar en la yema de sus dedos toda su sensualidad.

Los cosméticos Kamasutra nacen de la confluencia de lujo, glamour y bienestar. Con una textura suave, ligera y sedosa, los cosméticos Kamasutra proporcionan al amor un aroma arrebatador e irresistible. Todo ello, además, se ofrece al consumidor empaquetado en un packaging elegante y sensual inspirado directamente en las ilustraciones que aparecen en el Kama Sutra original. Las siluetas de flores y los toques dorados embellecen unas cajas que transmiten exotismo a quienes las disfrutan. Si deseas ser una de esas personas puedes hacerlo a un precio excepcional. Para ello, te bastará sumergirte en la amplia selección de cosméticos eróticos que Sexshopdreams ha seleccionado para ti.