El sueño de toda pareja, al llegar el momento del sexo, es el de intensificar las sensaciones, potenciar las erecciones y retrasar al máximo el momento del orgasmo. Del mundo de la sexología y de los viejos y nuevos manuales inspirados en el Kamasutra nos llegan un buen puñado de consejos para conseguirlo. Del mundo de la industria de lo erótico, una ayuda inestimable para lograrlo: la de la cosmética erótica.
Cuando hablamos de cosmética erótica estamos hablando de productos que pueden servirnos para lo indicado anteriormente y que, además, nos sirven para inyectar unas buenas dosis de suavidad y delicadeza a nuestras relaciones sexuales. Y es que este tipo de cosmética no está destinada solamente a conseguir un objetivo sexual (es decir: no solo nos sirve para follar mejor) también sirve para mimar nuestra piel y nuestro cuerpo y para fomentar la sensualidad y un placer que tenga la capacidad de estimular y embriagar a nuestros cinco sentidos.
Beneficios de la cosmética erótica
Son muchos los beneficios de la cosmética erótica, tanto para nuestro cuerpo como para nuestra piel. Entre dichos beneficios queremos destacar los siguientes:
- El uso de productos propios de la cosmética erótica en el seno de la pareja ayuda a incrementar la comunicación en el seno de la misma y fomenta su complicidad.
- Ayuda a mantener y mejorar la elasticidad del suelo pélvico.
- Ayuda a conocer nuestra propia sensualidad y a descubrir cómo nuestro cuerpo reacciona ante diferentes estímulos. Unida a la exploración de nuestro cuerpo y nuestras zonas erógenas, la cosmética erótica ayuda a dibujar otro mapa corporal de nuestra sexualidad.
- Potencia la imaginación.
- Estimula y aumenta el placer sexual.
- Nos permite experimentar una actividad sexual más satisfactoria.
- Alivia el estrés.
Todos estos beneficios revierten en uno fundamental: el de la mejora de nuestra calidad de vida, ya que una vida sexual satisfactoria (y los cosméticos eróticos ayudan a tener ese tipo de vida sexual) repercute directamente y de manera positiva tanto en nuestro cuerpo como en nuestra mente.
Beneficios de la cosmética erótica para la piel
Más allá de los beneficios anteriormente indicado, los productos propios de la cosmética erótica, como productos cosméticos que son, tienen una serie de importantes beneficios para la piel. Dichos beneficios son los siguientes:
- Mejora el acné. En la cosmética erótica tienen mucha importancia las betaendorfinas, una hormona que se caracteriza por su efecto antinflamatorio.
- Se consigue, gracias a la práctica sexual estimulada por ella, una piel más luminosa. La práctica sexual implica un aumento de la circulación sanguínea y, por tanto, un incremento de la oxigenación de la piel, lo que da como resultado una piel más luminosa.
El poder disfrutar de mejores relaciones sexuales gracias a la ayuda de los cosméticos eróticos sirve también para:
- Realizar una limpieza de la piel eliminando toxinas gracias al sudor que se genera durante la práctica sexual.
- Producir colágeno gracias a la regulación de los niveles hormonales.
- Evitar la aparición de arrugas gracias a la liberación de serotonina, dopamina, oxitocina y prolactina. La liberación de estas dos hormonas durante el orgasmo permite descansar mejor, lo que dificulta la aparición de ojeras.
Visto el largo listado de beneficios derivados del uso de la cosmética erótica, vamos a ver ahora cuáles son los productos principales que podemos encontrar en ella.
Productos propios de la cosmética erótica
Dentro del catálogo de productos propios de lo que se conoce como cosmética sexual podemos encontrar una serie de productos básicos, de algunos de los cuales ya hemos hablado en nuestro blog.
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- Perfumes con feromonas. Gracias a ellos (y a la influencia que la captación olfativa de las feromonas ejercen sobre nosotros) se pueden incrementar los niveles de atracción sexual que se ejerce sobre la pareja. Dicho de otro modo: al captar nuestro perfume, nuestra pareja nos desea mucho más. Se pone más cachonda.
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- Aceites de masaje. Pocas cosas resultan más sensuales y placenteras que un buen masaje erótico con final feliz. Ese final es, en gran medida, la conclusión lógica de un in crescendo de la excitación derivada de los trazos de masaje dados con sabiduría sobre las diferentes zonas erógenas de nuestro cuerpo. Para incrementar la sensualidad y la suavidad de un masaje es imprescindible utilizar un buen aceite de masaje.
- Aceites comestibles. De entre los diferentes tipos de aceites de masaje, hay uno que no solo sirve para estimular los sentidos del tacto y del olfato: también sirve para estimular el del gusto. Este tipo de aceite de masaje del que hablamos son los aceites comestibles. En el mercado pueden encontrarse de muchos sabores: piña colada, chocolate, lima, fresa, mango, vainilla, frambuesa, manzana, melocotón… ¿Cómo resistirse a “saborear” el cuerpo de la pareja masajeada cuando ésta está embadurnada de un aceite de masaje con nuestro sabor preferido?
- Lubricantes con sabor.
- Cremas sensaciones de calor o frío.
Cosmética sexual para él
Dentro de la tipología de productos propios de la cosmética erótica hay dos especialmente fabricados para los hombres. Uno de ellos está destinado a potenciar la erección; el otro, a retardar una eyaculación que en demasiadas ocasiones llega antes de tiempo.
- Cremas vigorizantes, destinadas a conseguir erecciones más potentes. Estas cremas, tal y como indicábamos en el artículo que dedicamos a las mismas, son muy útiles para aquellas personas que, de manera circunstancial, pasan por un período en el que padecen algún grado de disfunción eréctil. El secreto de estas cremas se halla, lógicamente, en su formulación. En ella existen sustancias que estimulan la circulación sanguínea, responsable última de la erección.
- Retardadores de la eyaculación.
Visto lo visto, ¿te animas a probar algún tipo de cosmético erótico? Como ves, son muchos los beneficios que pueden derivarse de su uso y mucho, también, lo que puede aportar la cosmética erótica para hacer más placenteras y satisfactorias tus relaciones sexuales. Solo es cuestión de abrir un poquito la mente y decidirse a experimentar.