Suele decirse que el sexo es lo que más nos acerca a los animales. Posiblemente. Pero también es cierto que el sexo, practicado de cierta manera, también puede ser lo que nos hace más humanos y más puede alejarnos de esa animalidad que, sin duda, anida dentro de todos nosotros. Y es que el sexo orientado a la procreación y a la pervivencia de la especie es una cosa y el sexo practicado única y exclusivamente con una finalidad hedonista es otra.

Sólo el ser humano genera erotismo. Sólo el ser humano tiene conciencia de lo que es la sensualidad. Por eso la estimulación de los sentidos (de todos los sentidos) desempeña una función fundamental en el mecanismo de la excitación del ser humano y por eso todo lo que juegue a favor de la estimulación de los sentidos juega a favor de que el ser humano disfrute mucho más de la experiencia sexual y ésta adquiera, a su vez, un carácter más intenso.

Todos sabemos que el sujetador puede ser (y de hecho lo es) algo más que una prenda destinada a cubrir y sostener el pecho de la mujer. Todos sabemos que no es lo mismo contemplar a una mujer vestida con los sujetadores que empleaban nuestras bisabuelas que contemplar a esa misma mujer luciendo alguno de los maravillosos sujetadores que hoy en día diseñan marcas como Intimax, Leg Avenue o Baci Lingerie. Todos sabemos que nos es lo mismo sentir en nuestra piel desnuda el roce de unas sábanas acartonadas, lavadas sin suavizante, que sentir la caricia de unas sábanas de seda. Todos sabemos también de la influencia placentera o desagradable que sobre nuestro ánimo y nuestra excitación puede ejercer un determinado aroma. No es lo mismo hacer el amor en un pajar (pese al encanto un tanto salvaje que pueda tener una sesión de sexo rápido en un lugar así) que hacerlo en una habitación de hotel decorada con gusto y elegancia y agradablemente perfumada. Al fin y al cabo… ¿alguien puede imaginar un harén que huela a detritus?

Y es que los aromas (y esto lo saben bien los estudiosos de la aromaterapia) desempeñan una función capital a la hora de activar nuestras emociones y también nuestra sexualidad. Por eso existen perfumes con feromonas y por eso existen, también, un sinfín de aromatizadores e inciensos que sirven para perfumar y añadir un plus de sensualidad a aquellas estancias en las que tienen lugar nuestros encuentros eróticos.

Aromatizar el lugar en el que vamos a hacer el amor es una manera sencilla y económica de activar nuestra sexualidad y de crear las condiciones necesarias para que ésta se exprese mejor y obtenga mayor rendimiento. Unas varitas de olor, unos aromatizadores en formato de spray o unos aceites esenciales destinados a ser volatilizados en un difusor o quemador aromático o a ser empleados en un humidificador pueden ser excelentes aliados nuestros a la hora de añadir sensualidad a nuestros encuentros amorosos.

Ahora bien… ¿qué aromas son los más adecuados para que, siendo utilizados en nuestro “nidito de amor”, aumenten nuestra libido y estimulen nuestro deseo sexual? La aromaterapia, una paraciencia milenaria que ha estudiado profusamente el efecto que los diferentes aromas tienen sobre nuestras emociones, recomienda una serie de aromas para estimular la libido. Esos aromas afrodisíacos son los siguientes:

  • Canela. Si existe un aroma afrodisíaco por naturaleza ése es el de la canela. Tanto si es ingerida, como transformada en aceite esencial, la canela en uno de esos aromas que nunca fallan a la hora de aromatizar una habitación destinada al placer. Los expertos en aromaterapia aconsejan los aceites esenciales de canela para ser utilizados como aceites corporales. Un masaje con aceite de canela estimula el sistema circulatorio de quien lo recibe y hace que el cerebro experimente sensaciones de placer muy intensas.
  • Jazmín. A todo nos suena aquello de los harenes que olían a jazmín. El jazmín es uno de los aromas más apreciados en las culturas orientales y nadie puede negar que las culturas orientales saben algo (o más bien todo) de lo que es la sensualidad. Con un aroma dulce y contundente, el jazmín incorpora un toque dulce que lo redondea y que lo convierte en un aroma afrodisíaco muy, muy embriagador y sensual. Hay personas que pueden considerar el aroma a jazmín un poco empalagoso, por eso mezclan el jazmín con albahaca, lavanda o hierbabuena. Siendo un perfume esencialmente femenino, este aroma tiene un efecto más intenso en los hombres que en las mujeres.
  • Vainilla. De entre todos los aceites de aromaterapia destinados a aromatizar un espacio en el que va a tener lugar un encuentro sexual, éste es, con toda probabilidad, uno de los más vendidos. La vainilla, originaria de México, posee una fragancia envolvente que transmite tranquilidad, familiaridad y que sirve para potenciar los olores naturales, algo que resulta muy excitante.
  • Sándalo. El sándalo es un árbol originario de la India. Los hindús, creadores después de todo de todo lo que tiene que ver con lo tántrico, han utilizado las hojas del sándalo como medio de atracción sexual. El aroma del sándalo es un aroma relajante, intenso y muy sexual.
  • Lavanda. Llamada también espliego, la lavanda era conocida antiguamente como nardo azul y siempre ha sido un ingrediente muy empleado en perfumería. El aceite esencial de lavanda tiene propiedades afrodisíacas y también unas claras connotaciones “caseras”. Las mujeres del siglo XIX, de hecho, perfumaban sus sábanas con lavanda para, así, incentivar en los hombres el deseo de quedarse junto a ellas.
  • Jengibre. El fuerte olor del jengibre tiene un efecto estimulante que sirve para tonificar cuerpo y espíritu. Como posee un olor fuerte, lo mejor es mezclar el aroma a jengibre con otros aromas para que éstos lo atenúen. La canela o la lavanda, en este sentido, resultan muy útiles.
  • Esencias frutales. Las notas aromáticas a esencias frutales no sólo estimulan nuestro olfato; también incentivan en nuestra psique una necesidad: la de comer. O, si lo prefieres, la de devorar. La manzana, el lichi, la mandarina, la naranja, el albaricoque… cualquiera de estos aromas perfumando nuestra habitación excitará nuestros sentidos y nos hará pensar en nuestra pareja como en un plato que debemos degustar al máximo.

Utilizar un aromatizador con alguna de estas fragancias puede servirte de ayuda para añadir un plus de sensualidad a tus encuentros eróticos. Si deseas adquirir un aromatizador de una manera sencilla y económica, hazlo escogiendo uno de ellos en el catálogo de aromatizantes de SexshopDreams.