Una de las reacciones típicas del cuerpo humano cuando se piensa en un manjar es la salivación. En el sexo hay muchos manjares, pero el sexo oral es, sin duda, uno de los más preciados. Salivar pensando en un buen cunnilingus o en una felación es una reacción lógica. Después de todo, las relaciones simbólicas entre manjar y sexo oral son bastante obvias. Quizás por eso se suele hablar de comer cuando se va a iniciar una práctica sexual de este tipo. “Cómeme…” o “te voy a comer…” son expresiones habituales del dirty talking de las parejas que han convertido el sexo oral en una de sus prácticas más queridas y habituales.
En este post te vamos a proponer el uso de un juguete erótico que va a añadir un plus de estimulación a tus prácticas de sexo oral: el vibrador de lengua.
Cuando hablamos de vibradores de lengua estamos hablando, de hecho, de dos tipos de juguetes eróticos. El primero son los vibradores de lengua propiamente dichos, es decir: los que se colocan en la lengua o, en su defecto, en el dedo. Los segundos son los vibradores que simulan ser una lengua. En este segundo caso sería más propio hablar de lenguas vibradoras.
El vibrador de lengua, para ser verdaderamente efectivo, debe ser utilizado con una pizca de lubricante. Él será quien permita que éste pueda pasearse sin dificultad por zonas tan diversas como el monte de Venus, la vagina o el ano. Hacer esa pequeña excursión con la lengua es, sin duda, una experiencia especialmente sensual para la pareja. Colocando el vibrador en la lengua, el viaje que ésta realice por los genitales femeninos será un viaje lleno de intensos momentos de felicidad.
Un buen vibrador de lengua puede ofrecer varios modos distintos de estimulación. En el caso, por ejemplo, del vibrador de lengua Insignia Ora 2 de Lelo, los modos de estimulación llegan a la cifra de 10. Esto, sin duda, es una garantía a la hora de asegurar la estimulación clitoriana y vaginal de la mujer que sea estimulada en sus zonas erógenas por una lengua dotada de uno de estos maravillosos vibradores.
Uno de estos vibradores de lengua pueden ser utilizados también en forma de anillos, es decir, colocándolos en el dedo para, así, estimular a la pareja o para auto-estimularse. Sin duda, la masturbación adquiere otro tono cuando se utiliza uno de estos juguetes eróticos.
Especialmente ideados para la masturbación son los vibradores que simulan ser una lengua. Quien se masturba con uno de estas lenguas vibradoras puede echar a volar su imaginación y pensar que esa lengua que vibra sobre sus genitales y zonas erógenas no es exactamente un juguete erótico hecho de silicona sino la húmeda lengua de un amante que se está entregando con arte insuperable y calma sabia a estimular con su lengua todas esas zonas que, conectadas por un sinfín de terminales nerviosas con el cerebro, lo inunda de una agradabilísima sensación de bienestar.
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