Hoy jueves, a las cuatro de la tarde, se ha inaugurado en Barcelona su afamado y prestigioso Salón Erótico, un evento de referencia mundial sobre la industria del erotismo y la pornografía. Desde hoy y hasta el próximo domingo día 6 de octubre, quien lo desee podrá dirigirse al Pabellón Olímpico de la Vall d’Hebron para disfrutar de una amplia oferta de actividades de todo el tipo.
Un salón con la tradición del Salón Erótico de Barcelona (la de este año es su vigésimo séptima edición) tiene que renovarse continuamente para no perder el prestigio que la ha ido acompañando desde abriera sus puertas por vez primera. La renovación de contenidos y espectáculos ha sido, pues, una constante en la historia del salón. En esta ocasión, la voluntad primordial de los organizadores es ofrecer a los visitantes y a la prensa especializada una perspectiva global de la sexualidad y de las diferentes formas de vivirla para, con ello, intentar plasmar un panorama de lo que muy probablemente sea la sociedad del futuro. Para dar cuenta de ese empeño, la organización ha decidido dar al evento el lema “Tenemos que hablar”.
En la página oficial del Salón Erótico de Barcelona 2019 (SEB 2019), se especifica el deseo de convertir el salón en un evento “más inclusivo, más diverso, más respetuoso, más feminista, más divertido y más abierto a todas las formas de placer”. Según Noemí Casquet, periodista especializada en temas relacionados con el sexo y portavoz este año del SEB, el salón llevaba varias ediciones “anclado en el estereotipo de hombre, heterosexual y cisgénero”.
Casquet, al hablar de la necesidad de renovación del SEB, menciona el vídeo que el productor Carlos Valdés (y director de contenidos de la edición de este año) lanzó el año pasado con motivo de la celebración del salón. Dicho vídeo, protagonizado por la actriz porno Amarna Miller, intentaba denunciar la doble moral que con demasiada frecuencia impera en nuestra sociedad. Con ese vídeo, afirma Casquet, se intentaba realizar un canto a la libertad sexual. Ese nuevo aire que pretendía insuflar el mencionado vídeo, sin embargo, quedaba en cierto modo cortado, según la portavoz del SEB 2019, por lo que el visitante se encontraba en el salón y que era, en cierto modo, lo mismo que se podía haber encontrado en las ediciones anteriores.
En esta edición se ha pretendido que los cambios sean notables y son varios los medios de comunicación que así lo han destacado. En el Salón Erótico de Barcelona 2019, por ejemplo, ya no se permite grabar ni fotografiar con cámaras profesionales ni tampoco utilizar palos de selfie para hacerlo. Impedir que se hagan fotos de los espectáculos con los móviles actuales es prácticamente imposible, pero los organizadores han habilitado en esta edición un espacio de seguridad entre el escenario y los espectadores para que, de ese modo, no se produzca ese aluvión que se ha dado otros años de espectadores literalmente pegados a las artistas y haciéndose selfies mientras ellas actuaban. Por otro lado, en el SEB de este año ya no son las productoras de pornografía quienes se encargan de programar y ofrecer los diferentes espectáculos. Con esta decisión, afirman fuentes de la organización, se pretende dar un mensaje a dichas productoras y ese mensaje se basa en la necesidad de que estas empresas asuman su “responsabilidad social” y, con ella, la de interiorizar que el producto producido por las mismas debe cambiar y adaptarse a los tiempos para, así, reflejar mejor la variedad sexual de la sociedad actual y, al mismo tiempo, evitar la defunción de la propia industria del porno.
Para ocupar el espacio y tiempo que antes se dedicaba a las producciones de las citadas productoras, Silvia Rubí, actriz porno y directora artística del salón, se ha encargado de introducir espectáculos de low sex. Con ello, lo que los organizadores del Salón Erótico de Barcelona 2019 pretenden es apostar por un sexo más íntimo y reflexivo. Más consciente. Estos espectáculos, además, se mezclan con disciplinas de carácter muy variado y que van desde el pole dance hasta el bodypaint, pasando por la magia, la acrobacia o la lectura o narración de cuentos eróticos.
Así, el Salón Erótico de Barcelona 2019 dice adiós a las performances estrictamente heterosexuales, la zona gay no está separada del resto (como lo estaba anteriormente) y se integra en la zona principal, se abre la posibilidad de que los visitantes puedan conocer a los intérpretes y se intenta que todos los espectáculos estén contextualizados.
Carlos Valdés defiende la idea de que el Salón Erótico de Barcelona debe convertirse en un espacio en el que la persona que lo visita pueda sentirse libre. En él, destacan sus organizadores, la educación adquiere un protagonismo capital. Que los visitantes del SEB 2019 aprendan de su propia sexualidad: ése es uno de los objetivos principales de los organizadores. Por ello han puesto especial hincapié en diseñar y ofrecer al visitante un amplio repertorio de aulas formativas para que aquél pueda introducirse en el universo BDSM, en el shibari o bondage japonés o en la meditación tántrica.
Para esta edición del Salón Erótico de Barcelona están programadas más de 100 sesiones distintas entre talleres, conferencias, coloquios y sesiones experimentales. Es en éstas últimas en las que los visitantes, guiados por sexólogos y psicólogos, podrán indagar en sus propios gustos.