Una de las prácticas más sensuales que puede compartir una pareja es la del masaje erótico. El masaje erótico es una excelente manera de crear un nuevo nivel de intimidad y confianza en la pareja. La pareja que experimenta los placeres derivados del masaje erótico mutuo siente cómo se estrechan los lazos personales.
De entre todos los tipos de masajes eróticos hay uno, de inspiración tántrica, que resulta especialmente gratificante para la mujer: el masaje del yoni o, dicho de otro modo, el masaje erótico focalizado especialmente en los órganos genitales femeninos. En el Tantra, “yoni” es la palabra con la que se identifica la vagina. Así, el masaje del yoni sería, en sentido estricto, el masaje de la vagina, un masaje que, desde la perspectiva tántrica, no persigue tanto el orgasmo femenino (que tampoco se rechaza y que, habitualmente, acostumbra a poner el punto final al masaje erótico) como una experiencia placentera en todos y cada uno de sus pasos. Por decirlo de un modo metafórico, el masaje del yoni sería un viaje en el que no se valora tanto el placer de llegar a la meta como el placer del viaje en sí. Desde este punto de vista, el orgasmo no sería tanto el objetivo como la guinda de un pastel, un plus que, tras la realización del masaje, acostumbra a ser más placentero e intenso que otros orgasmos.
Preparación del masaje
En este artículo vamos a darte una serie de consejos para realizar un masaje del yoni. El primero de ellos, capital, es el de crear un ambiente idóneo para ello. Para conseguirlo hay que buscar un espacio cálido y tranquilo y ambientarlo con almohadones, luz tenue, velas aromáticas y música suave. Una vez se haya conseguido ese espacio, sería muy recomendable que tanto la persona que va a realizar el masaje del yoni como la mujer que va a recibirlo se bañaran. El baño servirá para relajarse, lo que es un requisito imprescindible para gozar de cualquier tipo de masaje erótico.
Para realizar un masaje del yoni hay que contar con tiempo. Ningún masaje erótico (éste tampoco) debe realizarse a la carrera. La calma es fundamental. Y el no ser interrumpidos. Por eso hay que aislarse de todo y acudir al masaje del yoni con las necesidades fisiológicas hechas. Las ganas de orinar no deberían interrumpir un masaje erótico. La interrupción de un masaje malogra al mismo.
Una vez preparado todo, la mujer se debe recostar sobre su espalda y encima de una cama, suelo o colchoneta. Colocar una almohada bajo la cabeza de la mujer es fundamental para que ésta pueda mirar hacia la zona de sus genitales y, también, hacia su pareja mientras ésta realiza el masaje del yoni.
Quien vaya a realizar un masaje del yoni debe contar, también, con otra almohada que le sirva para ser colocada bajo la cintura de la mujer que va a recibir el masaje. Una vez colocadas ambas almohadas, la mujer mantendrá las piernas abiertas y ligeramente dobladas por las rodillas. Así, lo que la mujer conseguirá será exponer más sus genitales para que quien realiza el masaje de los mismos pueda acceder a ellos de una manera relajada y sencilla, así como a otras partes de su cuerpo.
Una vez colocadas en sus posiciones tanto la persona que realiza el masaje del yoni como la mujer que lo recibe, una y otra comenzarán a respirar de una manera lenta, profunda y con una absoluta relajación. Este tipo de respiración debe mantenerse durante todo el masaje del yoni.
La realización del masaje
Para empezar, y para ir entrando en calor, se masajeará, suavemente, las piernas, los muslos, el abdomen y el pecho de la pareja. Para realizar este masaje se utilizará un aceite de masaje, un lubricante o una vela de masaje. Cuando vayamos a iniciar el masaje del yoni propiamente dicho se dejará caer una cantidad del aceite de masaje sobre el montículo del yoni (monte de Venus). Se debe echar la cantidad justa para que el aceite o el lubricante se derrame sobre los labios mayores.
Una vez los labios mayores hayan quedado cubiertos por el aceite de masaje o el lubricante, se masajeará cuidadosamente tanto el monte de Venus como los labios externos. Para hacerlo, se cogerán éstos, suave y delicadamente, con los dedos pulgar e índice, y se realizará un recorrido a lo largo de ellos de manera ascendente y descendente.
Una vez se hayan masajeado los labios mayores, el masaje del yoni continuará con el masaje de los labios menores. El masaje de los labios internos se realizará de la misma manera que se ha realizado el de los mayores y también con una delicadeza extrema.
Para intensificar las sensaciones experimentadas durante el masaje del yoni se pueden hacer varias cosas. La mujer, por ejemplo, puede automasajearse los pechos. El mantener la mirada fija en los ojos del otro también es una buena manera de intensificar el placer experimentado durante la realización del masaje genital de la mujer.
Durante la realización del masaje de la vagina se recomienda reducir la conversación al mínimo, aunque, eso sí, la mujer debería poder guiar a su pareja para que el masaje resulte más efectivo. A veces basta con aumentar o disminuir la presión, la velocidad, la profundidad, etc. La mujer será quien dé instrucciones al respecto.
Tras masajear los labios mayores y menores se debe masajear el clítoris. El masaje del clítoris es, debido a la extrema sensibilidad del mismo, una de las fases más importantes del masaje del yoni. Esta fase del masaje debe realizarse dibujando circulitos alrededor del clítoris, a veces en el sentido de las agujas del reloj, en ocasiones al revés. También se puede masajear el clítoris tomándolo entre los dedos y presionándolo suavemente.
El masaje del yoni continuará introduciendo el dedo medio de la mano derecha (si la persona que realiza el masaje es diestra) dentro de la vagina. Los integristas del Tantra sostienen que esta fase del masaje de la vagina debe realizarse imperativamente con el dedo medio de la mano derecha. ¿Por qué? Porque el hacerlo de ese modo se relaciona directamente con la polaridad del Tantra, lo que garantiza el buen resultado final del masaje.
Una vez el dedo esté dentro de la vagina, con él se explorará el interior de ésta de una manera suave para, a continuación, buscar que la palma de la mano quede mirando hacia arriba. Una vez colocado así, se moverá el dedo como si se pidiera a alguien que se acercara. Al moverlo lo que se está haciendo es estimular/masajear una zona de tejido esponjoso que se encuentra bajo el hueso pélvico y detrás del clítoris. Esa zona es la que se conoce popularmente como punto G.
Tras la estimulación de esa zona, y a no ser que la mujer no lo desee, el masaje del yoni continuará con la introducción de otro dedo más dentro de la vagina. Como en el resto del masaje de la vagina, los movimientos que se realicen con los dos dedos dentro de la vagina deben ser suaves. Mientras se realizan, se irán probando movimientos, presiones, velocidades… todo ello mientras se mantiene la respiración profunda y la mirada mutua.
Lo más habitual es finalizar el masaje del yoni con el orgasmo, pero también puede suceder que haya mujeres que experimenten varios orgasmos durante la realización del masaje. Gracias a la paciencia, la calma y la delicadeza de quien realiza el masaje del yoni, son muchas las mujeres que pueden disfrutar de la experiencia del multiorgasmo. El masaje del yoni finalizará, en todo caso, cuando la mujer lo desee. Será ella quien indique a su pareja cuándo debe finalizar el mismo.
Si sigues todos los consejos dados en este artículo, vivirás una experiencia erótica muy gratificante junto a tu pareja. Tras la realización del masaje del yoni, los lazos que os unen serán mucho más estrechos. Para realizar correctamente el masaje necesitarás, como has visto, un buen aceite de masaje o un buen lubricante. En SexshopDreams te ofrecemos la posibilidad de adquirir los mejores lubricantes y aceites de masaje del mercado a un precio único.