La industria de los juguetes sexuales no descansa. Investigar para mejorar las prestaciones de sus productos y ofrecer nuevas opciones de placer a los usuarios de los mismos es algo que ninguna de las grandes marcas obvian. En este blog ya hemos hablado de cómo se han llegado a elaborar prototipos de preservativos detectores de ETS (enfermedades de transmisión sexual). ¿Y qué decir de las nuevas y anatómicas formas que se van incorporando al diseño de plugs, dildos y estimuladores? ¿Y de la continua mejora de los materiales empleados para elaborar esos maravillosos juguetes que, cada vez más, se van convirtiendo en los mejores amigos de muchas parejas? La última maravilla descubierta por la industria de los juguetes para adultos ha sido un juguete sexual de forma fálica que, al mismo tiempo que proporciona placer a su usuaria, puede servir para autoinseminarse.
La responsable de este maravilloso invento es Stephanie Berman, propietaria de Berman Innovations, una empresa norteamericana de juguetes eróticos. La idea de Berman es introducir el placer en una actividad, la de la autoinseminación, que puede resultar estresante o angustiosa para todas aquellas mujeres que desean quedarse embarazada. Más allá de la frialdad quirúrgico-médica de los kits de autoinseminación tradicional, Berman ofrece, con su dildo para autoinseminación, una posibilidad de convertir ese kit en un instrumento apto también para proporcionar placer.
La defensa que Stephanie Berman hace de su invento está reforzada por la experiencia personal de la misma Berman con su dildo para autoinseminación. Berman y su esposa tuvieron una hija gracias a él y ahora están esperando un segundo hijo. Este juguete, pues, se convierte en toda un doble posibilidad de logro de objetivos para toda pareja de lesbianas que se planteen la opción de tener un hijo mediante el sistema de la autoinseminación: por un lado podrán realizar dicha autoinseminación y, por otra, podrán disfrutar sexualmente del mismo instrumento con el que realicen la autoinseminación. Para aumentar las posibilidades de juego de este dildo para autoinseminación, Berman ha añadido al mismo la opción de ser utilizado con arnés.
Berman, además, defiende la utilidad de este juguete sexual para autoinseminación argumentando que puede ser, también, un instrumento muy satisfactorio para todos aquellos hombres que padezcan disfunción eréctil, deseen tener hijos y no quieran recurrir a ningún tipo de procesos de inseminación en una clínica de reproducción asistida.
A la hora de hablar de todas estas posibilidades de autoinseminación hay que tener siempre presente que la legislación española prohíbe la compra de muestras de semen en los bancos de esperma. En España, y según señala la ley, las prácticas de inseminación artificial, inseminación in vitro y similares sólo pueden realizarse en centros sanitarios autorizados para ello. Las solicitudes de donación, además, deben ser tramitadas por estos centros y no por particulares. Según datos oficiales, en total se realizan en España alrededor de 23.000 inseminaciones anuales y éstas tienen un coste de entre 1.000 y 1.300 euros.
En otros países de la Unión Europea, por el contrario, la compra de muestras de semen está autorizada. Países como Dinamarca, por ejemplo, poseen empresas que administran bancos privados de semen y que venden muestras de semen por internet en todos los países de Europa, incluido España. Los principales clientes de estos bancos de semen son las parejas heterosexuales en las que el hombre es infértil, mujeres solteras mayores de 30 años y, por regla general, con estudios superiores, y parejas de lesbianas. Estos clientes recurren a los servicios de estas empresas dedicadas a la venta de muestras de semen y, junto a la muestra, reciben un kit de autoinseminación.
Los kits de autoinseminación enviados por estos laboratorios no tienen ni una apariencia ni una funcionalidad que permitan su utilización erótica. El objetivo principal de Stephanie Berman ha sido, pues, desde el principio, permitir una utilización erótica de estos kits y, para ello, era fundamental darles apariencia de juguete erótico.
Berman realizó el primer prototipo de su juguete erótico para autoinseminación en 2012. Ese primer prototipo se llamaba Semenette y fue elaborado gracias a la experiencia acumulada por Berman en Sepal Reproductive, la empresa de su madre, especializada en la fabricación de catéteres para procedimientos de fecundación in vitro. La Semenette, hecha de silicona dura y disponible en tres tonos de piel, se parecía mucho a un dispositivo médico.
El nuevo modelo de dildo para autoinseminación, más evolucionado y, por tanto, con una mayor apariencia de juguete erótico (tiene forma de pene, con sus venas y su glande perfectamente definidos, y está dotado de un depósito que se acciona con una bomba de pera), recibe el nombre comercial de Pop y ha sido fabricado por Berman Innovations en asociación con la empresa alemana Fun Factory. Su precio oscila entre los 130 y los 245 dólares.