Basta echar un vistazo a la sección de sujetadores de una tienda de lencería para comprobar hasta qué punto son variadas las formas, modelos, tallas y copas de los sujetadores. Atendiendo a eso, podemos afirmar que esa variedad no es porque sí ni única y exclusivamente fruto de un capricho de diseño. En el fondo, la variedad de sujetadores existentes se debe a que las necesidades de las mujeres a la hora de sujetar su pecho varían tanto a lo largo de la vida como a lo largo del día, dependiendo, en este último caso, de las situaciones concretas que vayan a vivirse. No se utilizará, pues, el mismo tipo de sujetador para acudir a una cena de gala o a un baile que, por ejemplo, para ir al gym. Por eso es necesario saber escoger las tallas y los modelos idóneos para que el sujetador cumpla con su función correctamente y se adapte perfecta y cómodamente tanto al pecho como a la espalda.

Para que un sujetador cumpla bien con su función debe cumplir los siguientes requisitos:

  • Debe cubrir el pecho con la copa.
  • No debe presionar ni el contorno ni la parte inferior del pecho.
  • No debe subirse por detrás.
  • Debe sostener el pecho completamente.

Para elegir un sujetador adecuado a cada tipo de pecho y a cada edad hay que prestar atención a una serie de aspectos que tienen que ver con la talla, la copa, el peto, la situación del broche, el tejido o la manera de colocar los tirantes.

Talla, copa y broche

Toda talla de sujetador está compuesta por un número y una letra. El número hace referencia al contorno del tórax, medido debajo del pecho, y la letra a la copa o volumen del pecho. Dadas las combinaciones que pueden darse entre ambas variables podemos afirmar sin miedo a equivocarnos que existen más de 100 tallas distintas de sujetador.

Para escoger la talla de sujetador adecuada debemos fijarnos en la colocación perfecta de la banda lateral del mismo. Esta banda debe estar ajustada y colocada de manera completamente horizontal. Colocada así, debemos poder abrochar el sujetador en los corchetes de los extremos exteriores. El sujetador, además, no debe llevarse demasiado ajustado. El sujetador estará bien ajustado cuando podamos meter dos dedos si complicación alguna entre la banda y la espalda.

En lo que hace referencia a la elección de la copa debemos tener presente, al elegir un sujetador, que el aro debe abrazar la base de la mama para, a partir de ahí, envolver todo el pecho. Cuando se habla del aro, hay muchas personas que afirman que éste es perjudicial para los senos. Eso es falso siempre que se escoja bien el sujetador. El aro, que cumple la función primordial de dar elevación y forma al pecho, debe ser lo suficientemente largo como para recoger toda la mama. Lo que el aro no debe hacer nunca bajo ningún concepto es clavarse. Para evitar problemas, el aro no debe tocar el tejido mamario. Si se escoge bien el sujetador, en la copa no debe quedar espacio extra alguno para que no se produzca lo que se conoce como efecto “doble mama”. En este sentido, es más difícil elegir un sujetador adecuado cuando el pecho es pequeño.

Un buen sujetador debe tener el broche detrás. La parte delantera o peto cumple una función capital en la sujeción del pecho. Sólo los sujetadores o tops deportivos podrán tener el broche delante cuando deban usarlo mujeres con movilidad reducida o que padezcan algún tipo de lesión en los hombros. También pueden elegir un sujetador con el broche delante cuando dicho sujetador vaya a ser utilizado por mujeres que vayan a usarlo tras una cirugía de aumento o reducción del pecho o tras una mastectomía.

Peto, tirantes y tejido

A la hora de escoger un sujetador se debe tener en cuenta lo que es el peto, es decir, la parte central del sujetador y que une ambas copas. El peto, que está diseñado para separar el pecho y para “pegarlo” completamente al esternón, puede tener diferentes alturas. Hay modelos de sujetador, sin embargo, en los que el peto es más bajo y permite la unión de los senos. Estos modelos de sujetador reciben el nombre de sujetador plunge. En los sujetadores balconet, por su parte, el peto tiene una altura media. El peto más alto lo encontramos en los sujetadores full cup, que son aquellos modelos de sujetador destinados a cubrir todo el pecho.

Otro de los aspectos a tener en cuenta a la hora de elegir un sujetador tiene que ver con la altura a la que deben colocarse los tirantes. El ajuste de los tirantes es el último paso a dar tras encajar bien el sujetador y colocar el pecho. Como se ha dicho antes, el ajuste ideal de los tirantes de un sujetador es aquél que permite introducir dos dedos sin esfuerzo entre el tirante y el cuerpo. Con un contorno convenientemente escogido no hará falta extremar el ajuste de los tirantes.

Finalmente, a la hora de escoger un sujetador hay que valorar el tipo de tejido que debemos escoger. Mucha gente es defensora de los sujetadores de algodón porque consideran que los tejidos sintéticos, así como los encajes, tan presentes, en ocasiones, en los sujetadores más sensuales, pueden producir rozaduras o, en algunos casos, alergia. Nuestro consejo no iría en esa dirección ya que no hay que olvidar que el algodón es un tejido que cede mucho con el uso y que no siempre tiene la fuerza necesaria para sujetar el pecho. Cuando hablamos de un sujetador foam o de copa preformada estamos hablando de un sujetador que, estando hecho con fibras sintéticas, puede contener una capa de algodón en su interior. Por su parte, los sujetadores que poseen una copa suave están hechos con fibras como la poliamida o el poliéster, que son fibras difíciles de deformar.

Ten en cuenta todos los factores anteriormente señalados a la hora de escoger un sujetador, ya que un sujetador mal escogido o inadecuado puede:

  • Provocar que se claven los aros.
  • No sujetar el pecho.
  • Tirar hacia delante provocando mala postura y daño en la espalda.
  • Causar molestias en las cervicales.

En el apartado de lencería de SexshopDreams puedes encontrar una amplia variedad de sujetadores. Bucea en él y, teniendo en cuenta los consejos anteriores, busca el sujetador que, siendo sexy, cumpla al mismo tiempo con los requisitos necesarios para cumplir con su función.