Están ahí, en los centros comerciales, mirando escaparates, hurgando en estanterías, estrujándose las neuronas para buscar un regalo que hacer a la pareja, hombres y mujeres que intentan ser originales y que se lamentan de que las ideas se les vayan agotando poco a poco. Hacen memoria y comprueban desolados que ya regalaron en Navidades pasadas el reloj, el colgante, el anillo, el último cd del cantante preferido, el jersey, la corbata, la camisa, la sesión de spa, los pendientes, la gargantilla, el foulard, las entradas para la ópera, la estilográfica de lujo, el perfume que anuncia su llegada… Pero la Navidad está de nuevo ahí, a la vuelta de la esquina, y uno no puede dejar cualquier regalo junto al árbol. A un regalo lo primero que se le nota es la ilusión con la que ha sido comprado. Nada peor para un regalo que traslucir una dosis más o menos grande de desgana. Un regalo de compromiso, piensan muchas de esas almas en pena que deambulan por los centros comerciales en busca del presente que les haga salvar el expediente, sería ya lo único que le faltaría a esa relación que hace ya tiempo que renquea de aburrimiento y cansancio.
Nosotros, que algo sabemos de cómo las relaciones pueden anquilosarse con el paso del tiempo por falta de innovación y de estímulos nuevos, vamos a proponerte un magnífico regalo de Navidad: una cesta erótica. ¿Qué mejor que una cesta que reúna una serie de juguetes eróticos para insuflar un poco de aire nuevo a una relación que empieza a sentirse atrofiada por la rutina?
Lo hemos dicho en más de una ocasión y volveremos a repetirlo: un consolador compartido en pareja puede ser el mejor despertador para una vida sexual adormecida, un plug anal puede desplegar para él y para ella un amplio abanico de sensaciones que compartir y un aceite aromático puede ser la mejor excusa para convertir una caricia casi funcionarial en una festiva y estimulante celebración de la maravilla del tacto.
La cesta erótica es, así, nuestra propuesta de regalo para las parejas en esta Navidad. Las estadísticas hablan de cómo la de las cestas eróticas es una opción de regalo navideño que cada vez está ganando más adeptos. Entre éstos, las mujeres son más proclives que los hombres a la hora de regalar juguetes eróticos. Este hecho da fe de algo que ya no admite discusión: grandes sectores de la sociedad (y especialmente las mujeres) han experimentado un notable cambio de mentalidad respecto al sexo y sus prácticas. Películas, libros, foros de internet, blogs eróticos… un sinfín de productos de carácter más o menos erótico, más o menos pornográficos, han servido para que poco a poco la mentalidad respecto a lo que es el sexo haya evolucionado hasta el punto de que hoy son muchas las mujeres que disfrutan en su intimidad o junto a su pareja de las prestaciones que puede ofrecer para su placer un juguete erótico determinado.
Una cesta erótica hubiera sido algo impensable hace apenas veinte años. También lo hubiera sido la existencia cada vez más normalizada de sesiones de tupper-sex en las que un grupo de mujeres, en un ambiente distendido y casi de despedida de soltera, adquieren los conocimientos necesarios para saber qué puede hacerse con qué.
Seguramente es esta proliferación de sesiones de tupper-sex lo que ha provocado que, según apuntan algunas estadísticas, la venta de cestas eróticas se vaya a incrementar este año en un 30% respecto a años anteriores.
¿Qué suele incluir una cesta erótica? Fundamentalmente, lubricantes, geles, preservativos y consoladores. En algunos casos, sin embargo, las cestas eróticas pueden incluir pequeños juguetes eróticos destinados al juego fetish como pueden ser pequeñas fustas, máscaras, vendas para ojos o esposas.
¿Quieres elaborar una cesta erótica personalizada y acorde a los gustos eróticos de tu pareja? Para ello, nada mejor que seleccionar tú mismo o tú misma los juguetes eróticos que introducir en la cesta. Para hacerlo, nada mejor que acceder al catálogo de Sexshopdreams. En él encontrarás los mejores juguetes eróticos y los mejores complementos del mercado para elaborar una magnífica cesta erótica.