Con las temperaturas disparadas y la rutina adueñándose de las relaciones de pareja tras el largo confinamiento impuestos por la pandemia de COVID-19, son muchas las parejas que se plantean como un aliciente especial el practicar sexo en el agua.
Bien sea en la bañera, en la ducha, en un río, en un jacuzzi, bajo o al pie de una cascada, en la orilla de la playa… el sexo en el agua resulta muy atractivo. El agua, además, confiere una especial sensación de ligereza, una liviandad que, llegada la hora de adoptar determinadas posturas eróticas, puede resultar muy erótica para las parejas.
El deseo de practicar sexo en el agua está relacionado directamente con una época muy concreta del año: el verano. Se puede desear durante todo el año tener sexo en un jacuzzi pero el sol, está comprobado, hace que se incremente el deseo sexual y que tanto el cuerpo del hombre como el de la mujer produzcan más hormonas relacionadas directamente con el apetito sexual.
Así, el atractivo del follar en el agua se torna, sin duda, muy alto tanto para ellos como para ellas. Pero hay que avisar cuanto antes a quien quiera tener sexo en el agua que no todo en esta práctica sexual es tan agradable como puede parecer a simple vista. Hay una serie de aspectos que hay que tener en cuenta y es de esos aspectos de los que vamos a hablar en este artículo para, con ello, intentar aclarar algunos de los mitos que rodean al acto de follar en el agua.
Riesgo de embarazo y lubricación
El primero de esos mitos tiene que ver con el riesgo de embarazo. Si la mujer utiliza anticonceptivos orales o el DIU, dicho riesgo no existe. Pero el riesgo de embarazo al follar en el agua se incrementa notablemente cuando el método anticonceptivo que se usa es el preservativo. El látex con el que están hechos los condones puede volverse poroso en determinados medios acuáticos y puede, incluso, llegar a romperse. Los preservativos, así, perderían su eficiencia en el agua y no cumplirían con las dos funciones principales para las fueron creados: evitar embarazos indeseados y protegernos de la transmisión de enfermedades venéreas.
El consejo de los sexólogos, en este sentido, es que se realice la penetración fuera del agua para, a continuación, meterse en ella con el condón ya puesto y la penetración realizada. ¿Que así resulta menos pasional y menos erótico? Sin duda. Pero también resultará más eficiente a la hora de impedir el riesgo de embarazo.
El segundo de los mitos contra los que se deben luchar cuando se habla del placer de tener sexo en un medio acuático es el de entender que el agua ayuda a la lubricación. Eso no es cierto. Es más: el agua perjudica a la lubricación natural. Y en especial la perjudica el agua salada y el agua clorada de las piscinas.
El agua, que podría parecer en apariencia que ayuda a la lubricación de la mujer y, por tanto, a facilitar la penetración, no hace sino lo contrario: eliminar parte del flujo natural que aparece en el proceso de excitación femenina. Esta eliminación del flujo y de la lubricación natural de la mujer debe compensarse con la utilización de lubricantes íntimos artificiales que faciliten la penetración y haga más placentera la relación sexual en el agua.
Enfermedades de transmisión sexual
Por otro lado, el no utilizar los lubricantes íntimos para compensar esa pérdida de lubricación natural de la mujer puede provocar que, a la hora del coito, se produzcan pequeñas escoceduras y heridas que favorezcan la aparición de parásitos y, con ellos, de infecciones y de algún tipo de enfermedad de transmisión sexual o ETS.
Los sexólogos apuntan que el agua del mar y el agua de las piscinas pueden ser medios contaminados y esa contaminación favorece la aparición de infecciones bacterianas cuando se practica sexo en el agua. Por eso, apuntan, es fundamental extremar las precauciones a la hora de utilizar métodos de protección tal y como vimos al hablar del riesgo de embarazo y del uso del preservativo en el agua.
Otros consejos para follar en el agua
Tras estos consejos y advertencias de carácter general que deben tenerse en cuenta siempre que vaya a practicarse sexo en el agua, vamos ahora a dar una serie de consejos básicos que no deberán ser olvidados si deseamos practicar sexo acuático en algunos lugares muy concretos y determinados.
Por ejemplo, si lo que queremos es follar bajo el chorro de agua de la ducha debemos tener presente en todo momento el riesgo de resbalar. Follar en la ducha puede ser muy divertido pero también muy peligroso. Más de una persona se ha descalabrado por dejarse llevar por la pasión en la ducha. Por eso es importante colocar en el interior de la misma una alfombrilla antideslizante.
Tampoco estaría de más, si se quiere disfrutar de una sesión de sexo en la ducha, tener algún tipo de agarradero al que poder sujetarse para, así, evitar una caída que podría resultar traumática. El agarradero, además, nos facilitaría la realización de alguna que otra postura sexual en el caso de que deseáramos aventurarnos por el siempre intrincado camino de las posturas del Kama Sutra,
Si el lugar que hemos escogido para practicar el sexo acuático es la piscina debemos tener presente entonces que el cloro de la misma puede actuar perjudicialmente sobre las mucosas femeninas. Si escoges la piscina como lugar para follar con tu pareja, tanto a ella como a ti se os recomienda el daros una buena ducha una vez finalizada la relación sexual para evitar en la medida de lo posible que el cloro siga actuando sobre esas mucosas y pueden irritarlas favoreciendo así la aparición de infecciones. Lo mismo se recomienda cuando el coito ha tenido lugar en el mar. El agua salada, ya lo indicábamos antes, puede irritar los genitales femeninos (también los masculinos, aunque en menor grado).
En resumen, recomendamos para tener sexo en el agua tanto el uso del preservativo como el uso de lubricantes íntimos. En el catálogo de productos eróticos de SexshopDreams encontrarás una amplia variedad de estos dos productos. Escoge entre todos ellos tu marca preferida o el producto que mejor se adapte a tus gustos y necesidades y aprovecha que aún queda verano por delante para darte una refrescante y, al mismo tiempo, tórrida alegría junto a tu pareja. El sexo en el agua, una vez conocidos sus mitos y tenidas en cuenta las advertencias reseñadas en este artículo, puede resultar muy divertido y excitante.