Que el sexo es algo que va más allá de la simple penetración es algo que todos tenemos más o menos interiorizado. La educación sexual y los numerosos blogs de información sexual que pueden encontrarse en la red resaltan la importancia de los rituales amatorios y de las prácticas que, de una manera u otra, guardan relación con el sexo tántrico o con la manera de encarar las relaciones sexuales que tradicionalmente se ha asociado a las culturas orientales. En el sexo interviene, lógicamente, el deseo sexual, el grito de la especie, esa llamada casi animal que sale de nuestras entrañas y que pide contacto carnal para aliviar la tensión sexual que nuestras hormonas hacen crecer en nosotros. Pero en el sexo interviene también la sensualidad y la sensualidad guarda relación directa todo lo que tenga que ver con las sensaciones, sean éstas o no de carácter erótico. Así, todo lo relacionado con el placer sensorial influirá directamente y de manera positiva en la experiencia sensual y ésta resultará fundamental para que, en determinadas circunstancias, se llegue a una experiencia erótica más satisfactoria y gozosa. Una música insinuante, una fragancia que estimule el olfato, una luz acogedora… todos estos elementos pueden desempeñar un rol más o menos importante a la hora de añadir sensualidad al encuentro entre dos personas que se desean. Ese incremento de la sensualidad jugará posteriormente a favor de la calidad del encuentro erótico.
En este post vamos a proponerte el uso de algo que va a añadir un toque extra de sensualidad a tus relaciones: las sales de baño. Un baño es siempre una actividad relajante y nada mejor que estar relajado para mantener una relación sexual. Las tensiones del día a día pueden llevar al mantenimiento de relaciones sexuales apresuradas y torpes que no resulten todo lo satisfactorias que podrían resultar. Lo mejor para iniciar unas relaciones sexuales, pues, es hacerlo en un estado de relax que permita saborear cada uno de los pasos y etapas de la relación. Para conseguir ese relax vamos a servirnos de las virtudes del baño y vamos a enriquecer esas virtudes con el uso de sales de baño.
Las sales minerales que forman las sales de baño mejoran la circulación, reducen la tensión, purifican la piel, eliminan el sudor y limpian los poros y las toxinas. Al mismo tiempo, las sales de baño aportan una significativa cantidad de minerales y nutrientes como pueden ser el magnesio, el potasio, el sodio, el bromo o el calcio. Si el bromo mejora la tensión muscular, el magnesio ayuda a mejorar el estrés y la fatiga; si el potasio mejora la hidratación, el sodio juega un papel importante en el equilibrio linfático.
Las sales de baño, aparte de los beneficios que aportan como tal, confieren una serie de provechos que guardan relación directa con las propiedades terapéuticas que la aromaterapia asocia a las esencias naturales que se utilizan en la elaboración de estas sales de baño o que pueden añadirse a ellas al preparar el baño. Si la lavanda, por ejemplo, tiene propiedades antisépticas y ayuda a mejorar el dolor de cabeza; la avena da sensación de calma y calor, y los aceites de oliva o coco mejoran la hidratación de la piel
Para preparar un baño con sales de baño que contenga una buena cantidad de espuma deberás colocar el puñado de sal que desees usar sobre el punto en el que caiga el chorro de agua de la bañera. ¿Qué cantidad debe ser ésa? Calcula que, aproximadamente, unos 100 gr de sales de baño bastarán para llenar de espuma una bañera normal. Cuanta mayor sea la temperatura del agua y mayor la presión a la que caiga, mayor será la cantidad de espuma obtenida. Una buena idea es poner el agua muy caliente al principio para que se produzca la máxima espuma posible para, posteriormente, ir regulando la temperatura hasta hacerla idónea y apta para el baño.
Una buena manera de dejar que el aroma de las sales de baño quede impregnado a nuestro cuerpo al salir de la bañera es renunciar al secado con toalla y dejar que, con un albornoz puesto, nuestro cuerpo se vaya secando poco a poco con la temperatura ambiente del baño.
Una vez impregnado del aroma de las sales de baño y relajado por su efecto, podrás entregarte al inigualable y muy sensual placer de acariciar y ser acariciado por tu pareja. Tras experimentar la maravilla de mantener relaciones sexuales después de disfrutar de un buen baño enriquecido con sales de baño te resultará muy difícil renunciar al uso de este producto.
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