Lesbianas, Gays, Bisexuales y personas Transgénero. Eso es lo que quieren decir las siglas LGBT. Desde los años 90, estas siglas sirven para englobar a toda la comunidad de personas que no son heterosexuales. Pansexuales, intersexuales, homosexuales, transexuales y bisexuales quedarían, pues, englobados bajo las siglas LGBT.
El hecho de que estas siglas engloben a un grupo tan variado de personas e identidades sexuales las convierten en unas siglas muy polémicas para muchas personas englobadas en ellas. El consenso entre todos los grupos incluidos en el LGBT, sin duda, es difícil.
Muchas personas miembros del colectivo LGBT se preguntan, por ejemplo, qué relación de similitud existe entre un homosexual y un transexual. Estas personas destacan cómo la homosexualidad tiene que ver con la orientación sexual mientras que la transexualidad tiene más que ver con la identidad. El transexual se siente mujer. El homosexual, no. ¿Por qué ambos, pues, deben ser considerados miembros de la misma comunidad? ¿Sólo porque no son heterosexuales?
Estas dudas sobre la idoneidad de las siglas LGBT se extienden también a otras comunidades englobadas bajo el paraguas de esas siglas. Hay intersexuales, por ejemplo, que abogan por no estar incluidos en el grupo LGBT e intersexuales que defienden la conversión de esas siglas en LGBTI para, de ese modo, quedar incluidos más cómodamente en esa comunidad de personas no heterosexuales que es la comunidad LGBT.
De un modo u otro, y hasta que se busquen nuevas maneras de definir a todas las comunidades incluidas en el cómodo acrónimo LGBT (se ha intentado imponer el término queer, pero éste tiene connotaciones negativas para muchas personas mayores que siguen recordando un uso peyorativo del mismo), las siglas LGBT resultan cómodas y lo resultan por varios motivos. Uno de ellos es que están muy extendidas. Otro, que poseen unos símbolos fácilmente identificables. De entre todos ellos, el más conocido es el de la bandera arcoíris o bandera LGBT.
Utilizada desde finales de los años 70 y originaria de California, la bandera LGBT fue creada por Gilbert Baker, ha sido utilizada como símbolo del orgullo gay y lésbico y está formada por diversos colores (por eso recibe el nombre de bandera del arcoíris). Esa diversidad de colores de la bandera LGBT, tan presente en todo desfile del orgullo gay, simboliza la diversidad de comunidades incluidas dentro del movimiento LGBT.
La bandera original de Gilbert Baker ondeó por vez primera en el Festival del Orgullo de San Francisco, el 25 de junio de 1978. Aquella bandera constaba de ocho franjas con ocho colores distintos (rosa, rojo, naranja, amarillo, verde, turquesa, añil/azul y violeta). A los pocos meses, la bandera perdió el color rosa, y, un año después, perdió el color turquesa. ¿Los motivos? Facilitar la producción. En la actualidad, la bandera LGBT tiene seis colores y ha servido para elaborar todo tipo de productos LGBT. Gracias a ellos, los miembros del colectivo pueden identificarse con orgullo como tales.
Fundas para el móvil, pulseras, sombreros, gorras, abanicos, llaveros, cinturones, chanclas, corbatas… la infinidad de productos LGBT es tal que no hay miembro de este colectivo que no pueda encontrar un complemento de su agrado para identificarse como tal.
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