¿Qué hombre no se ha masturbado alguna vez en su vida? Así como la masturbación femenina ha sido tratada injustamente durante mucho tiempo como un tabú, algo pecaminoso o moralmente reprobable, sobre la masturbación masculina se ha tenido siempre una visión mucho más complaciente. De hecho, y dejando de lado algunos sermones con aroma de colegio religioso, la masturbación masculina se ha entendido a lo largo de los años como algo natural y consustancial al mismo género masculino. El porcentaje de hombres que no se ha masturbado alguna vez en su vida es prácticamente irrelevante. Este dato, sin embargo, no ha impedido que, en sus orígenes y tradicionalmente, la industria sexual haya prestado más atención a la creación de juguetes eróticos destinados al placer femenino que a aquéllos que tuvieran como finalidad proporcionar placer al hombre. Esto, afortunadamente, se ha ido corrigiendo poco a poco. Hoy en día el hombre dispone de una serie de juguetes eróticos que añaden un extra de placer a su masturbación.
Estos juguetes de los que hablamos, que reciben el nombre genérico de masturbadores masculinos, tienen como finalidad principal el aumentar el placer experimentado durante la masturbación. Tradicionalmente se han realizado masturbadores masculinos que imitan la forma de tres partes de la anatomía femenina en la que el hombre puede introducir su pene. Vagina, boca y ano son las tres formas que acostumbran a imitar los masturbadores masculinos más tradicionales para proporcionar diferentes sensaciones a los hombres que los utilizan y para darles la sensación de estar penetrando esas partes tan deseadas del cuerpo femenino.
Marcas como Fleshlight realizan reproducciones completamente realistas de anos, bocas y vaginas de algunas de dichas partes de la anatomía de algunas de las más famosas actrices porno. Para los hombres homosexuales, esta marca ofrece un variado catálogo de masturbadores masculinos que reproducen de manera realística las bocas y los anos de los gay pornstar más conocidos.
El avance tecnológico y los estudios de mejora realizados por los diferentes fabricantes de juguetes eróticos han permitido la utilización de materiales más suaves y de formas más ergonómicas que han hecho que los masturbadores masculinos se conviertan, en la actualidad, en algunos de los productos estrellas de cualquier sex shop. En este aspecto hay que destacar la tarea realizada por marcas como Tenga, creadora de los famosos huevos masturbadores. La marca japonesa ha supuesto todo un impulso para la creación de masturbadores masculinos de un solo uso que, además, rehúyen la imitación o reproducción realística de las partes corporales femeninas indicadas anteriormente para buscar, ante todo, los avances técnicos que, plasmados en el diseño del propio masturbador y en su interior, permitan una mayor y más placentera estimulación del pene. Discretos y efectivos, los masturbadores masculinos de la marca Tenga son, hoy en día, algunos de los productos más demandados en las tiendas de juguetes eróticos.
El uso de los masturbadores masculinos exige, como el de cualquier juguete sexual, unas mínimas normas de higiene. Todo aquel masturbador que vaya a ser utilizado en más de una ocasión debe ser lavado con agua tibia y jabón neutro, y debe guardarse (sin pilas, en el caso de que tuviera dispositivo de vibración) en un lugar seco. Este lavado debe servir no sólo para salvaguardar al juguete de la presencia de gérmenes. También debe servir para extraer del masturbador masculino el lubricante que se haya utilizado al usarlo. Y es que el masturbador masculino, al igual que todos los juguetes eróticos, debe utilizarse con lubricante. Un buen lubricante utilizado de la manera correcta (no es preciso utilizar mucho lubricante en los masturbadores masculinos) es la mejor opción para potenciar su capacidad de dar placer.
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