Con demasiada frecuencia nos obsesionamos tanto con los objetivos y los finales que nos olvidamos de los caminos que se han de recorrer para llegar a ellos. Y recorrer el camino, lo hemos dicho muchas veces, puede ser tan placentero como el llegar a la meta. En el sexo esto adquiere una relevancia mayor. Obsesionados con el orgasmo, prestamos poca atención y valoramos demasiado poco los placeres que anteceden al estallido orgásmico y que conducen hacia él. A ese estallido, además, le hemos dado un nombre, el de “final feliz”, que puede hacer pensar, erróneamente, que todo lo que le ha antecedido no se ha podido calificar de “feliz”. No debería ser así. Y es que limitar la idea de placer sexual al concepto de orgasmo y a sus estrictos límites supone pecar de reduccionistas. Y ese pecado, cuando hablamos de sexo y hablamos de placer, es pecado capital.
En este artículo del Blog de SexshopDreams vamos a intentar proporcionar una serie de consejos que nos sirvan para hacer más amplias las fronteras que encierran todo lo que puede ser concebido como placer erótico. Para ello vamos a dar una serie de consejos básicos para realizar un sensual y placentero masaje erótico. Y es que el del masaje erótico es, sin duda, uno de los grandes placeres de los que puede disfrutar una persona y uno de los mejores regalos que una persona puede realizar a su pareja.
Lo primero que hay que tener en cuenta a la hora de realizar un masaje erótico es buscar el lugar adecuado para hacerlo. Un buen ambiente relajado y relajante ayuda a potenciar los efectos positivos y la sensualidad de un masaje erótico. En el artículo anterior de nuestro blog, “¿Cómo conseguir ambientes más placenteros para el sexo?”, dábamos una serie de consejos que pueden resultar muy útiles para ambientar el lugar en el que va a realizarse nuestro masaje erótico. Utilizar una luz tenue, una música suave y relajante y un aroma agradable conseguido con aromatizantes, velas aromáticas, barras de incienso o flores son excelentes iniciativas para crear un ambiente agradable para realizar un masaje erótico.
Algo que también hay que tener en cuenta a la hora de ambientar la estancia en la que va a realizarse un masaje erótico es la temperatura de la misma. ¿A quién le gusta pasar frío? ¿Quién encuentra placentero estar desnudo o desnuda cuando la temperatura del lugar en el que se está es baja? La temperatura ideal de la estancia en la que se va a realizar el masaje erótico debería ser de veinticinco grados.
Aceites y velas de masaje
Una vez conseguido el ambiente adecuado, nuestro segundo consejo para realizar un masaje erótico es utilizar aceites de masaje o velas de masaje. Si se escoge un aceite de masaje para realizar el masaje erótico, es preferible escoger un aceite vegetal biológico que un aceite de parafina. Una buena opción para añadir un toque más sensual al masaje erótico es escoger un aceite de masaje aromatizado. En el mercado pueden encontrarse aceites de masaje con olores muy variados. Cada pareja sabe cuáles son sus aromas preferidos. Si se opta por un aceite de masaje comestible se podrá, además, añadir un toque picante al masaje erótico: labios y lengua podrán participar, llegada la hora del masaje, en ciertas estimulaciones.
Optar por las velas de masaje implica la obligación de tener en cuenta un elemento que, en un descuido, puede resultar muy peligroso: el fuego. Nuestro consejo para realizar un masaje erótico cuando se usan velas de masaje es tener éstas siempre al alcance de la mano y ubicadas en un lugar plano y estable. Si se va a utilizar la vela de masaje, ésta debe encenderse entre 15 y 20 minutos antes de que la misma vaya a utilizarse para que, de ese modo, se pueda encontrar la cera en estado líquido para, así, ser vertida sobre el cuerpo de la persona masajeada. Antes de dejarla caer sobre él hay que asegurarse de que la cera está caliente pero no quema y hacerlo a una distancia de unos 20 centímetros del cuerpo. Quien vaya a utilizar la cera caliente para realizar masajes eróticos debe saber que no puede ser utilizada sobre la boca, el interior de los oídos, la cabeza, el ano o los genitales. Tampoco debe ser arrojada directamente sobre los pezones. Las nalgas, el vientre, la espalda, las piernas o entre los pechos sí son zonas sobre las que puede lanzarse la cera de masaje caliente. Una vez arrojada allí, ya podrá extenderse por el resto del cuerpo.
¿Con las manos o con masajeador?
Una vez esté todo eso dispuesto, y teniendo en cuenta los consejos para realizar un masaje erótico que hemos dado, ya se puede iniciar el mismo. Hay quien defiende el uso de masajeadores. Nosotros pensamos que pocas cosas resultan tan excitantes como el contacto de dos pieles. Por eso defendemos el realizar el masaje erótico con las manos, sobre todo cuando aún no se domina la técnica ni se sabe exactamente cómo responde la persona masajeada a la estimulación/masaje de las distintas partes de su cuerpo. Para hacerlo, eso sí, hay que tener las uñas bien cortadas y hay que desprenderse de todo tipo de anillos, pulseras, etc. Cualquiera de estos adornos podría provocar un arañazo sobre el cuerpo de la persona que recibe el masaje y eso, lógicamente, no jugaría precisamente a favor de la estimulación y el placer.
Cuando se domine la técnica manual a la hora de realizar masajes eróticos se podrán introducir los masajeadores en la práctica de los mismos. Los masajeadores proporcionarán a quienes disfruten de un masaje erótico la posibilidad de gozar de nuevas sensaciones. En el mercado pueden encontrarse muchos y muy variados masajeadores que ofrecen diversas posibilidades de estimulación.
Una pregunta que suelen realizarse muchas personas a la hora de iniciar un masaje erótico es: ¿por dónde empezar? Hay quien dice que por los pies. Hay quien por la espalda. Cualquiera de las dos opciones es buena. Lo más importante al realizar un masaje erótico es aplicar en cada momento la presión adecuada en cada lugar y, sobre todo, dejar los genitales para el final. El masaje erótico puede comenzar por la espalda o puede comenzar por los pies, pero debe finalizar, ineludiblemente, en los genitales. Será, finalmente, la estimulación o masaje de los genitales lo que conduzca a la persona masajeada a ese “final feliz” del que hemos hablado anteriormente.
Se empiece por una parte del cuerpo o por otra, lo que no hay que olvidar nunca a la hora de realizar un masaje erótico es que hay diversas zonas de la anatomía tanto del hombre de la mujer que son especialmente sensibles. Esas zonas son las llamadas zonas erógenas. Hombre y mujer comparten algunas. El cuello, por ejemplo; o los pezones, serían algunas de esas zonas erógenas compartidas por el hombre y la mujer. Las nalgas serían otra. Todas estas zonas deberían ser estimuladas convenientemente durante el masaje erótico. También deberían serlo los brazos, el pecho, la espalda y la cabeza. Cada una de esas zonas debe ser masajeada de una manera especial. En el próximo artículo de nuestro blog os daremos las indicaciones básicas para masajear erótica y correctamente cada parte del cuerpo.