Es un tabú para muchos hombres, lo sabemos. Son muchos los machos que no conciben que pueda sentirse placer al ser penetrados analmente con la finalidad de estimular la próstata. No importa que les digas que la próstata es al hombre lo que el Punto G a la mujer: una zona especialmente erógena. Ni por esas. Esa zona es una zona vedada y no hay más vuelta de hoja.
Pero hay hombres (cada vez más) que han conseguido vencer el tabú, que han experimentado los placeres de la estimulación prostática y que se han convertido en acérrimos defensores de esta práctica sexual. La piden, por ejemplo, cuando van a gozar de un estimulante y placentero masaje con final feliz. ¿Crees que la pedirían y pagarían un extra por ella si no fuera placentera? ¿Crees que tienen tendencias homosexuales por solicitar dichos servicios aunque se los preste una bella y sexy masajista erótica? Debes saber que la mayoría de ellos son decididamente heteros (si no, solicitarían los servicios de un masajista masculino) y no tienen ninguna duda al respecto.
Nuestra intención no es arrastrarte a prácticas sexuales que no desees realizar. Solo queremos exponer que hay muchas maneras de disfrutar de la sexualidad y que todas son lícitas siempre que no se perjudique ni cause daños a terceros. Probarlas o no debe depender en todo momento de ti. Eso sí: si al final te decides, por ejemplo, a gozar de los placeres de la estimulación prostática, debes saber cómo hacerlo. Nosotros, en este artículo, vamos a darte una serie de consejos básicos para que sepas cómo usar un vibrador prostático.
Localización de la próstata
Lo primero que un usuario de un vibrador para estimulación prostática debe saber es dónde localizar la próstata. Ubicada bajo la vejiga, lo más habitual es encontrarla, dentro del recto, a unos 4 cm de su entrada. Esta medida, claro, puede variar entre personas. Después de todo, todas las personas no tenemos el mismo tamaño.
Esta glándula, situada entre la vejiga y el recto, es una especie de saquito que contiene espermatozoides y otros fluidos corporales. Su estimulación, según muchos profesionales de la salud puede resultar muy beneficiosa y puede ayudar a prevenir diversas enfermedades relacionadas con el sistema reproductor masculino. Entre ellas se citan la prostatitis y la disfunción eréctil.
Para localizar dónde se encuentra exactamente la próstata se recomienda empezar por usar los dedos, en especial si nunca se ha practicado ningún tipo de estimulación anal. Al ser más pequeño que un dildo o un vibrador, el dedo resultará menos incómodo a la hora de realizar esas exploraciones iniciáticas.
Aunque esta inspección se realice con un dedo es preciso que el esfínter anal esté relajado. Un ano tenso solo dificulta la operación y puede ocasionar dolor o, cuanto menos, molestias. Para relajar el ano es necesario acariciarlo poco a poco con el dedo lubricado. Para contribuir a la relajación del esfínter anal se recomienda realizar la exploración en un lugar tranquilo y ambientado para la ocasión. Una buena música o una iluminación suave con velas o con luces especiales puede ayudar a conseguir esa relajación que permitirá una exploración de la próstata.
Como hemos indicado en el párrafo anterior, la exploración y localización prostática precisa del uso de lubricantes. El lubricante es necesario en toda práctica anal. Y es que el ano, debemos recordarlo siempre, no lubrica por sí mismo. El lubricante (y en una cantidad generosa) también será necesario cuando se utilice cualquier estimulador anal masculino.
A la hora de escoger un lubricante se recomienda usar un lubricante con base al agua, aunque dure menos que otros tipos de lubricantes y sea necesario reponerlos y aplicarlos en la zona más a menudo. Hay que pensar que estos lubricantes tienen a su favor el hecho de que no provocan alergias. Y eso, en una zona tan delicada y sensible, es muy importante.
Tanto si vas a proceder a realizar una exploración con el dedo como si, directamente, vas a utilizar el vibrador anal masculino, aplica lubricante alrededor del ano y también en el dedo o en el vibrador. Una vez lo hayas hecho, puedes proceder a relajar el esfínter colocando sobre él el vibrador a baja vibración. Cuando veas que el ano se va relajando, presiona levemente y solo durante un breve espacio de tiempo con el dedo o con el toy sobre él. Cuando lo hayas hecho varias veces, notarás cómo el ano se relaja, facilitando (ya sí), la entrada del vibrador para la próstata.
Una vez lo tengas introducido dentro del culo, notarás una sensación extraña. Incluso puede ser que te apetezca ir al baño. No te preocupes ni asustes. Es normal. Toda la musculatura de esa zona debe acostumbrarse a funcionar de un modo diferente a como lo hace habitualmente. Por otro lado, tu cerebro también debe acostumbrarse a las nuevas sensaciones y a esa vibración que experimentas dentro de tu recto.
Para poder realizar todo esto sin problemas, no olvides nunca el ir reponiendo lubricante. En este sentido, siempre es preferible que sobre que no que falte. Lo importante, para facilitar toda la tarea y hacerla más gustosa, es que el interior del ano esté bien lubricado.
Una vez hecho todo esto y garantizada esa lubricación artificial, hay que buscar la próstata. Si palpas dentro de tu culo con delicadeza, notarás cómo hay una zona que tiene forma de nuez rugosa. Esa forma que, al tacto, se distingue de todas las demás, es la próstata. Esta búsqueda no es sencilla para todo el mundo. Hay gente que tarda más en localizarla y gente que tarda menos. Hay personas para quienes resulta más sencillo encontrar la próstata sirviéndose de los dedos y personas que encontrarán esa tarea más fácil al usar un dildo o un vibrador prostático.
Para localizar más fácilmente la próstata se recomienda masturbarse previamente (sin necesidad de llegar hasta el momento del orgasmo/eyaculación) o realizar unos completos preliminares sexuales. ¿Por qué? Porque durante esas prácticas erótico-sexuales se produce un aumento del flujo sanguíneo en la zona que hace crecer la próstata. Y, como es de lógica, siempre resultará más secillo de encontrar algo grande que algo pequeño.
En algunos casos, los dedos no bastan para localizar la próstata porque son demasiado cortos y la próstata se encuentra un poco más allá de esos 4 cm de los que hablábamos anteriormente. Lo mejor, en estos casos, es recurrir directamente al vibrador para la próstata o al dildo prostático.
Estimulación interna de la próstata
Una vez se haya localizado la próstata, se podrá proceder a su estimulación. Ésta puede realizarse a partir de distintos movimientos. Hay hombres que prefieren unos y hombres que prefieren otros. Y hombres, por supuesto, a los que les gustan todos.
Los estimuladores prostáticos ofrecen diversos tipos de movimientos. Entre ellos, podemos destacar los siguientes:
- Movimientos circulares alrededor de la próstata.
- Presiones variables sobre la próstata.
- Movimientos rápidos y al azar.
Algo que debe tener presente cualquier persona que vaya a practicar la estimulación de la próstata con un vibrador o con un dildo es que la práctica no debe, en caso alguno, causar dolor. Si hay dolor, escozor o ardor, hay que parar. Puede ser que estemos haciendo algo mal. Puede ser que hayamos elegido un mal lubricante. Puede ser que necesitemos otro tipo de estimulador anal. En cualquier caso, con la suficiente práctica, hay hombres que consiguen alcanzar el orgasmo con este tipo de estimulación sin tener que recurrir a ningún tipo de práctica masturbatoria más.
Estimulación externa de la próstata
Si, a pesar de todo lo explicado, eres de ese tipo de hombres que considera que nada tiene porqué entrar dentro de tu culo para hacerte sentir placer, no te resignes a renunciar a los placeres de la estimulación prostática. Puedes estimularla externamente, sin introducir nada en tu ano, estimulando el perineo, es decir, el espacio existente entre el escroto y el ano.
Para estimular la próstata externamente hay que localizar lo que es el bulbo del pene. Situado dentro del cuerpo, justo encima del perineo, el bulbo del pene se correspondería con lo que es la base del mismo. Al estimular esa zona, estamos estimulando pues, el pene. Para estimular la próstata con un vibrador deberíamos dirigirnos a la zona que se encuentra entre el bulbo del pene y el ano. Esa zona es más suave. Bajo ella, a una cierta distancia, se encuentra la próstata.
Para estimular la próstata sin entrar en el ano podemos utilizar vibradores prostáticos realizando movimientos circulares hasta localizar aquella zona en la que las vibraciones sean más gustosas. Lógicamente, este tipo de estimulación de próstata es menos intensa que la estimulación interior.
Escoger un vibrador prostático
Si te has convencido de las virtudes de esta práctica sexual y estás deseando iniciarte en ella debes saber que en el mercado los puedes encontrar de muchos tamaños y formas. Según las marcas y modelos, los masajeadores prostáticos pueden variar entre los 4 y los 14 cm. Como puedes imaginar, la diferencia, a la hora de introducirlos en el ano, no es pequeña.
Hay hombres que, para disfrutar de este tipo de estimulación se conforman usando un plug anal. Si recomendamos el uso de un vibrador anal para hombres es porque los vibradores ofrecen más variables de estimulación y pueden controlarse con un botón integrado. Por otro lado, la vibración es recomendable por un motivo capital: hacen vibrar toda la zona, por lo que no resulta tan imperioso el localizar dónde se encuentra exactamente el Punto P (es decir: dónde se encuentra la próstata).
Los vibradores para el Punto P, al igual que todos los juguetes eróticos, están hechos no solo para disfrutar en soledad, sino también para disfrutar en pareja. En el caso de esta práctica, además, puede resultar especialmente excitante y muy vivificador para la pareja. Gracias a ellos, la pareja puede dar un nuevo impulso a su vida sexual. ¿Te animas a probar un estimulador de la próstata con vibración?