En nuestro blog hemos dedicado más de un artículo a los artículos de lencería y a su relación íntima y directa con la sensualidad. En nuestro post “Del taparrabos al tanga: historia de la braga”, apuntábamos cómo el universo de la braga es, hoy, un universo casi infinito. “De la braga más tradicional al tanga de hilo”, decíamos, “pasando por la braga brasileña, la braga bikini o el culote, la mujer de hoy tiene un amplio abanico de posibilidades para elegir su braga”. En este post de hoy vamos a hablar con detalle de una de esas posibilidades: las braguitas vibradoras.
Hablar de bragas con vibración es hablar de algo que está a medio camino entre la pieza de lencería y el juguete erótico. El mecanismo de esta prenda íntima es bien sencillo. La braguita de la que hablamos es una pieza de lencería íntima que posee una cavidad en la que se puede alojar algún tipo de mecanismo vibrador. Dicho mecanismo puede ser una bala vibradora o algún tipo de pequeño motor. Cuando ese mecanismo vibrador se puede activar a distancia, el toy se convierte en un juguete erótico lleno de morbo y que permite múltiples y muy excitantes juegos en pareja. ¿Imaginas lo que puede suponer para una mujer el dejar el poder de controlar a distancia la vibración de sus braguitas a su pareja? En este artículo vamos a darte una serie de consejos e ideas para que extraigas el máximo partido posible a tus braguitas con vibración.
Para disfrutar del sexo en público
Gozar del sexo en público resulta muy morboso. Correrse el lado de otras personas sin que esas personas lo sepan resulta de lo más excitantes. Eso es posible gracias al uso de estas prendas interiores con vibración de las que estamos hablando en este post. Llevar un tanga vibrador puesto, por ejemplo, puede permitir a la mujer una masturbación tan secreta como morbosa. La combinación del placer derivado de la estimulación sexual provocada por la vibración y el morbo de estar en un lugar público y, además, rodeada de gente, puede llevar a la mujer a un orgasmo tan explosivo como satisfactorio. Cuando la vibración de braguita masturbadora es controlada, gracias a un mando a distancia, por la pareja de la mujer, el morbo y la sensación lúdica se multiplican.
Lugares en los que jugar con unas bragas vibradoras
Una de las grandes ventajas de este sextoy del que estamos hablando es su precio. Los tangas y bragas con vibración son productos eróticos que tienen un precio muy asequible. De entre los juguetes para adultos con vibración, son, con toda probabilidad, unos de los más baratos. Cualquier pareja, pues, puede adquirir estas divertidas prendas de ropa interior y disfrutar con ellas en alguno de los lugares de los que os vamos a hablar a continuación.
Tanga con vibración en el transporte público
El tren, el metro o el autobús son lugares idóneos para disfrutar de estas bragas masturbadoras en pareja. Una buena manera es sentarse en bancos separados y, a distancia, comprobar qué efecto va creando en la pareja el uso que nosotros hagamos del mando a distancia. Este juego permite un doble morbo. Uno: el del disfrutar del sexo en público. Intentar disimular que la gente note la excitación que la mujer está sintiendo incrementa dicha excitación en ella. Dos: disfrutar con el hecho de saber que la gente desconoce que se es pareja. La combinación de estos dos factores puede resultar muy excitante.
Bragas masturbadoras en una cena romántica
Ésta es otra excelente manera de probar este divertido y excitante juguete para adultos. Imagínate con tu pareja, sentados los dos a la mesa de un elegante restaurante. Imagina que, mientras el camarero va y viene y la gente alrededor vuestro cena, tú estás manejando el mando a distancia para, con él, activar, modular y desactivar la vibración que está haciendo que tu pareja se retuerza de placer. ¿No te da morbo? ¿Crees que podríais acabar de cenar sin salir pitando para un lugar algo más íntimo?
Braguitas vibradoras en el cine
El cine ha sido tradicionalmente un lugar propicio para los tocamientos en pareja. La oscuridad de la sala y el morbo de estar rodeado de personas ha servido de estímulo a muchas parejas para lanzarse a un toqueteo más o menos discreto. No hace falta recurrir a la figura histórica de las pajilleras de las salas de cine de la posguerra española para demostrar hasta qué punto la masturbación está asociada a las salas de cine. El cine, pues, puede ser considerado un lugar propicio para el sexo disimulado.
Una buena manera de utilizar nuestro tanga con vibración recién comprado es entrar en el cine a ver alguna película de acción. El ruido ambiental ayudará a camuflar los posibles gemidos que surjan de la garganta de la mujer que, llevando una ropa interior de este tipo, haya cedido a su pareja el control de la vibración.
Braguitas vibradoras que puedes encontrar en el mercado
Si ya te has decidido a comprar unas braguitas con vibración y a experimentar con ellas debes saber que son muchos los modelos que puedes encontrar en el mercado. Aquí te vamos a recomendar algunos de ellos.
- Braguita vibradora con mando a distancia de la marca Feelztoys.
- Tanga de bolas con bala vibradora recargable de Love Rider.
- Braguitas con bala vibradora 10X con mando a distancia Playful con tres velocidades y siete patrones de vibración.
- Tanga vibrador Neón de Pipedream con activación manual en la zona de la bala vibradora.
- Tanga vibrador con control remoto de la marca Fetish Fantasy.
- Bala vibradora con control remoto de la marca Calexotics. Esta bala puede controlarse desde una distancia de 10 metros y se puede acoplar de una manera sencilla a cualquier tipo de braguita o tanga. Con múltiples funciones, hay una que simula la estimulación oral del clítoris.
Sin duda, son muchas las opciones que podemos encontrar en el mercado a la hora de disfrutar de unas braguitas vibradoras. Con cualquiera de ellas, sin duda, pueden pasarse muy buenos momentos.